El Casi Cuñado - Capitulo 6 #NaturalezaSexual

EL CASI CUÑADO

Cap 6 #NaturalezaSexual

Talcahuano es una ciudad mágica sin duda y llena de contrastes, entre cerros y el mar es más bien una ciudad pequeña pero magnifica. Hace cuatro años atrás Talcahuano seguía levantándose, estaba en un proceso interior de reconstrucción tanto estructural como emocional luego de aquella fatídica noche del 27 de Febrero en que la tierra sacudió a gran parte del país y el mar con su furia arremetió contra la pequeña Talcahuano y contra su hermosa gente, lamentando que debido a errores e indecisiones por parte de los organismos encargados de enviar la alarma de tsunami, no se alertó a la población acerca del evento costando vidas a inocentes. Aun así Talcahuano emergió como sus cerros lo hacían y como la fuerza de su gente, allí estaban volviendo a levantarse, en la caleta El Morro, sector Salinas y en la caleta Tumbes, la avenida principal que antes quedaron irreconocibles ahora de poco volvían a levantarse más fuerte, más moderna, más esperanzadora, más acogedora, intentando aplacar el fantasma del pasado son dignidad y trabajo duro. Aún estaban en remodelación y tomando todas las medidas preventivas para el presente y así prepararse para un mejor futuro. Este párrafo va en especial dedicado a las muchas personas que sufrieron el terremoto y posterior tsunami del 2010 y en especial para los choreros esa gente de corazón fuerte.

Ese corazón como el del Pancho que intentaba siempre proteger con su choreza o su forma de vida, entendía que el ser flaite no es una decisión o una moda, sino una forma de protegerte del salvaje mundo y de las injusticias de una sociedad donde se desprecia a los demás por su condición social, política, religiosa o sexual (orientación para no despertar suspicacias). El Francisco era así mas bien por el entorno y el aprendizaje, no era en absoluto una mala persona como uno tiende a pensar al analizar la figura del flaite y relacionarlo con la delincuencia. Se ha sacado la cresta para salir adelante, ayudar a su familia, apoyar a su madre, criar a su hijo, intentar conseguir un titulo universitario, un trabajo digno y varios trabajos, y aún así muchos, incluidos mis padres, lo tratan y lo ven como una lacra. Hasta yo lo trate mal en un principio por ignorancia y prejuicio. ¿Cuantos no lo hemos hecho alguna vez? Y aun así muchos fantaseamos sexualmente con la imagen del flaite... Los dejo reflexionando un momento y ya volvemos con la parte candente que es lo que les gusta.

Después de vestirme y secarme el pelo, fui a limpiar y secar el baño que había quedado un desastre luego de la batalla sexual acuática que habíamos protagonizado mi exquisito Negro y yo. No podía evitar sonreírme a mi mismo al recordar todo lo que había pasado minutos antes. Tras terminar, hable con mi santa madre, y le conté que me quedaría mas tiempo del presupuestado en casa de un "amigo". Escuche su gritería desde Santiago, pero le asegure que estaba bien, que no se preocupara tanto, mejor que nunca, y le corte. En realidad no sabía porque quería quedarme, mi plan original era conocer al Claudio y bue... Ya saben que hubo un giro inesperado en mi plan, y ahora lejos de querer irme a Santiago, quería quedarme. A lo lejos escuche el ruido estruendoso de una canción en la radio, un reggeaton de esos antiguos, de Wisin & Yandell, esa que dice Algo Me Gusta De Ti, y de fondo escuchaba la sonora voz del Pancho cantando a todo pulmón con toda la felicidad del mundo, a pesar de que no me gusta el reggeaton esa canción la encontré hasta bonita, no se, quizás porque la cantaba él, hasta el día de hoy esa canción me trae muchos recuerdos... Me acerqué a la cocina en donde estaba mi flaite querido quien bailaba mientras hacia lo que me parecía ser un panqueque pues movía la sarten haciendo saltar la masa, algo que nunca he podido hacer con éxito, pero él parecía hacerlo con maestría culinaria.

- Hay algo que me gusta de ti, Y ese algo me encanta...Siento que eres necesaria para mi... - Me miraba con sus ojitos chispeantes mientras tomaba la espumadera cual micrófono y cantaba mirándome a mi - Me vuelve loco tu pelo, tu boca, tu piel... Tu cintura dura dura eh eh... - Exclamaba mientras se acercaba a mi con la sagacidad de un gato y me agarraba de la cintura haciendo esos movimientos de baile sensuales y divertidos que me descolocaban pero me encantaban a la vez - Me vuelve loco tu pelo, tu boca, tu piel, tu cintura dura dura ehhhhh! - Volvía a repetir al ritmo de la música mientras se me acercaba peligrosamente rosando sus labios con los míos - Seguimos acercándonos tú y yo uohhhhhhhh... Sintiéndonos, besándonos - Me robo un beso mientras no dejaba de ver y disfrutar de su performance al mas puro estilo karaoke - Seguimos acercándonos tú y yo uoh... Sin que nadie nos vea... Disfrutándonos!!!... - La canción era pegajosa sin duda y al poco rato le seguía en juego bailando, me sorprendí a mi mismo lo mucho que había mejorado mi movimiento de baile, como si mi cuerpo se acoplara a la perfección al del fibroso moreno - Mi gatito, tai bailando mucho mejor ah? Te sirvieron mis clases... Sólo teniai que soltarte un poco las caderas, demás que ahora perreai hasta el piso... - Me dijo mientras descaradamente me agarraba las nalgas, y yo seguía escuchando esa canción encontrándole un sentido ya que al parecer tenía mucho que ver con lo que sentía yo por él, y al parecer el conmigo. Algo que me gustaba aunque me asustara, una fuerza de atracción más grande de lo que podía asimilar.
- Es que tengo al mejor y mas rico profesor de baile... - Dije algo burlón e irónico mientras le rodeaba su cuello con mis brazos, acariciando su nuca suavemente me sacaba por lo menos una cabeza de diferencia en altura.
- Obvio po mi washito... - Respondió sobradamente guiñando un ojo lo más pícaro que se puede llegar a ser, antes me hubiera parecido pedante y engreído, ahora me parecía encantadora su forma de ser.
- ¿Me dedicaste esa canción?... Andamos románticos parece... - Le dije mordiéndome el labio inferior algo pícaro y burlón también, se me estaban pegando sus mañas.
- Pa uste, todo lo que me pida... Mi ojito e piiscina... Esa canción es para que me recordi siempre... -
- Awww, gracias, realmente eres un encanto...Yo también te quiero dedicar una canción... Pero después, ahora tengo hambre... - Le dije mientras tomaba la espumadera para terminar de hacer los panqueques, aunque no me arriesgue a voltearlos en el aire porque de seguro sería un desastre, viendo como la masa se expandía y crepitaba al tocar el aceite. Estaba tan concentrado en mi maniobra para voltearlo a tiempo, no me percate deque el Pancho estaba detrás mio hasta que sentí su cuerpo chocar levemente contra mi espalda, sentí entonces el roce de su voz en mi cuello y el aroma de su perfume mezclado con su cuerpo cargado de virilidad y sentí de inmediato como repegaba su entrepierna contra mis nalgas frotándose levemente.
- No te distraigai o vai a salir perdiendo Angelito... Si te moví mucho pa delante se va a cortar la masa y si te movi pa atra vai a terminar calentándome de nuevo... Ya sabi ya... - Me dijo mientras sentía sus labios recorrer el lóbulo de mi oreja produciéndome un escalofrió por todo mi cuerpo. Sentía como se pegaba cada vez más y más hacia mi, apretándome contra la cocina, sus manos como garras se aferraron a mi cintura moviéndose lentamente. Podía sentirle emitir calor y deseo desde el centro de su masculinidad.
- No juegues con fuego, o te vas a terminar quemando tu... - Suspire un poco mientras movía ligeramente mi trasero hacia atrás de forma suave y ondulante, tenia que hacerlo o me iba a terminar quemando. Sentía su respiración agitada pero controlada a la vez, mientras me daba suaves besos en el cuello y el hombro derecho, maldito hijo de perra, me estaba poniendo caliente otra vez tal como el fuego de la sarten. Se me escapo un gemido delator que el capto perfectamente, eso era lo que deseaba, tentarme hasta el máximo de mis limites.
- Ahhh, eris perverso pa la wea... Te gusta calentarme parece... No me tenti mira qliao que te termino poniéndotela entera aquí mismo contra la cocina... - Me insinuaba mientras me pellizcaba un pezón por sobre mi camiseta, mientras comenzaba a puntearme descarado e insinuante, podía sentir perfectamente la forma de su pene enfundado en sus buzos pitillos contra mi culo casi como si no hubiera una tela que nos separara, haciendo que arqueara la espalda y chocara mis manos con el mueble de la cocina, apoyándolas un momento para no caerme y terminar metiendo las manos al fuego literalmente, algunas cosas cayeron de la alacena produciendo un ruido metálico, pero al parecer ni a él ni a mi le importaba nada más en ese momento. A esas alturas el pobre panqueque ya estaba quedando negro
- Tu eres el que me esta tentando a mi... Ya detente o terminaremos quemados... Tu mamá nos mata si quemamos la casa - Le rete poniendo algo de cordura y control, agilmente me solte de su cálido y pasional abrazo.
- Alejate de mí weon... Yo no puedo... - Suspiro el moreno en un tono entre broma y desencanto, intentando controlarse mientras se apretaba la notora entrepierna intentando bajar su erección.
- Yaa, tai viendo muchas teleseries... Cálmate un poco bebe... Recién lo hicimos ademas, no es que no me guste la idea de hacer una versión gay y mucho mejor del "pela tomates", pero si seguimos follando en cada rincón de la casa va a llegar alguien derepente y nos va a pillar en plena... -
- ... En plena cachita... - Contesto mi flaite loco y desinhibido haciendo el movimiento típico de una copula sexual <<Maldito Pancho, porque todo lo que haces se ve tan sexy?... >> Me mordí el labio. Me imaginaba esa escena escatologica en que nos pillara alguien haciéndolo en la cocina como dos animales salvajes y sin control.
- Ordinario!!... Dame un descanso porfa... - Proteste en tono de tregua. Tomando la sarten para despegar el panqueque pegado raspando ya que se había quemado durante el embate del Pancho contra mi, y comencé a preparar otro, intentando ignorar al Negro.
- Ya oh! Si yo igual necesito recuperar energías... Ya se me va a juntar el espinazo con la guata del hambre... ¿Como va ese panqueque?... Teni que darlo vuelta po o no va a quedar weno... - Exclamo el negro mientras inspeccionaba mi nula técnica panquecaria y se rió, se volvió a colocar detrás mio como lapa y me ayudo a tomar el sarten con las dos manos. 
- E-Es que no se... No me sale... - Exclame algo timido al sentir sus manos contra las mias sosteniendo el mango de la sarten. Sus manso si bien eran algo ásperas eran suaves y fuertes al tacto
- A ver, eri terrible pollo, inclina un poco los brazos... Hacelo asì... 1...2...3... - Hizo un movimiento rápido y certero usando sus manos con las mias hizo como una palanca y ante mis ojos vi la masita saltar en al aire y caer dando la vuelta.
- Ohh lo hice... Wowowow - Celebre cual niño chico, y el Negro se reía de mí.
- Que tenga que enseñarte too a vo mijo... - Me dijo dándome un palmetazo suave pero molestoso en la cabeza. Hice un par más por mi mismo esta vez, sin ayuda, quería hacerlo por mi cuenta, y después de varias ya me sentía un experto culinario listo para Master Chef. Una vez que termine que hacer los panqueques, el Pancho saco mermelada de frambuesa hecha por la tía y otras cosas ricas para rellenarla puso la mesa, todo listo para comer - Ya oh... Siéntate y comamos... Que dijiste que íbamos a salir... ¿Para donde me llevaras? - Le dije mientras me servía una taza de café y me preparaba un panqueque. El Francisco por su parte le hecho de todo a la suya, no podía evitar mirarlo en todo lo que hacía, hasta como comía y se ensuciaba con mermelada y queso, estaba embelesado por ese sureño a tal modo que hasta el más ínfimo detalle me parecía asombroso.
- Uhh te llevare a la Caleta Lenga, podemos ir a La Poza a comer y podi vitriniar, es un clásico... te voy a mostrar la bahía si quieres podemos dar una vuelta en barco y ver el Huascar.. Vamos a punta lobos y pa la playa la cantera... - Hablaba con la boca llena sin poder evitar ver el bolo alimenticio rumiando en su boca, me cargan los malos modales y me dieron unas ganas de corregir a la bestia, pero no hice nada - Te tinca, Gatito? - Se mordió los labios chupeteándose sus dedos largos pegajosos de mermelada
- Si, obvio... Lo que tu quieras... - Asentí como poseso, sin voluntad propia, sin saber para dónde cresta iríamos, iría donde sea que él quisiera ir. Me termine mi desayuno con tantas ganas de irnos ya.
- Ya vamonos... - Recogimos la loza y rapidamente limpiamos la cocina. Fui a buscar una mochila para echar algunas cosas y plata. Estaba tan nervioso como expectante de lo que fuera a pasar, me imagine mil situaciones. ¿Que era esto? ¿Una especie de cita?. ¿Que se proponía el Pancho?.

Salimos de la casa y nos subimos a su auto, un Subaru Legacy ya algo antiguo. Me senté de copiloto y me puse el cinturón de seguridad sintiendo un salto de adrenalina recorrer mi cuerpo. Tras unos minutos recorriendo las calles de la pobla fuimos bajando en dirección al mar. Era una vista impresionante sin duda - Cacha Angel! allá se ve la Bahía, la reconstruyeron entera después del maremoto... - Señalo mi Negro mientras seguía conduciendo con toda pericia, le escuchaba atento y sorprendido todo lo que me contaba intentando imaginar esos oscuros instantes - Quedo la pura zorra, el agua llegaba hasta aquí, fíjate en esas estacas de madera todavía tienen marcadas hasta donde llego el nivel del agua... Yo trabaje para reconstruir todo el borde costero... Tomo todo este tiempo, y aún hay partes que faltan, el embarcadero quedo hecho pico - Suspiro un momento mientras veía con atención las marcas que quedaban allí en las paredes de las casas, me acorde de inmediato de mi querida Valdivia y de cómo el Terremoto del 60 también había arrasado con todo y esas mismas marcas húmedas quedaban pegadas como sombras, como testigos inmóviles e imperecederos de la fuerza de la naturaleza y del dolor humano. Me imagine todo el horror que tuvieron que vivir tanto Pancho como todo el resto de la ciudad en esos momentos.
- Ohh que cuatico, debió ser terrible... ¿Dónde estabas tú cuando tembló?.. -
- Shaaa gatito, imagina, venia llegando de un carrete, venia terrible prendió, me había fumado unos pitos y estaba terrible volao, estaba en mi casa cuando se puso a temblar terrible heavy, no podía mover las patas una sensación terrible cuatica en todo el cuerpo... Me desespere - Le vi apretar el manubrio con fuerza dando ligeros golpes algo nervioso, como no queriendo recordar ese momento que sin duda aún estaba latente en su mente y le atormentaba, pero aún así me lo contaba como queriendo sacarse una espinita en el corazón - Entonces como pude corrí cerro arriba hasta la casa de mi mami pa ver como estaba, estaba super asustada la pobre, menos mal que vivimos cerro arriba o la ola nos hubiera llevado a la cresta... Quedo la mensa zorra... Estuvimos como dos semanas sin luz, mi mami perdió todas las weas del negocio, habían grietas en el suelo por todos lados, llenos de escombros, de barro y basura por las calles, los qliaos andaban saqueando las casas y teníamos que andar haciendo rondas nocturnas para cuidar el barrio, se cayo la casa de un vecino, tuvimos que reconstruir el segundo piso... - Suspiro Francisco notando lo incomodo que estaba y le apreté la mano suavemente para que se relajara, estaba conmigo no dejaría que nada malo le pasara. Me devolvió una sonrisa ancha sintiéndose más relajado - De ahí que no me he volao, bueno un par de veces si... Pero ya no como antes, como que quede sicoseao de no poder moverme y de no poder actuar, de ahí que no me vuelo tanto - 
- Pucha que lata, pobrecito mi Panchito... Me imagino lo terrible que debió ser ¿Y el Tommy? ¿No había nacido todavía?.. ¿Y el Claudio donde estaba?... - Le pregunte intentando no parecer demasiado intruso, seguía acariciando los nudillos de su mano con tan suavidad y confort como si lleváramos años juntos, como si nada más importara, cómo si lleváramos meses viajando en ese auto.
- Naa! ese culiao pa variar no estaba en la casa... Mi mamá estaba con una crisis de pánico y no sabia que chucha hacer pa calmarla, por lo menos estaba la Paola con la Krishna, era guaguita, y el Jordan estaba chico... Después llego el weon del Claudio menos mal todo copeteao, lo trajeron unos amigos casi a rastras, no le saque la chucha ahí mismo por mi mami no más... El Claudio siempre ha hecho las weas a su pinta sin importarle un pico los demás... - Sentí como un cuchillo helado clavarse en mi espalda y subir hasta mi frente. Una parte dentro de mí aún parecía sentir algo por el weon del Claudio, creo que compasión y culpa, una pésima mezcla que sin duda carcomía más mi cabeza, pero a la vez sentía que se estaba muriendo lentamente, ya no sentía lo mismo que antes de conocerlo en persona, ya no me dolía tanto el pecho recordarlo. Me podía imaginar esa escena post terremoto, hubiera deseado estar en ese momento para ayudarlo a él, al Pancho obviamente... El Claudio no me necesitaba.
- Y bueno, menos mal el Tommy aún no nacía... - El Pancho hablo sacándome de mi trance mientras proseguía con su historia - ...Pero la Jenny estaba embaraza' así que fue peor la angustia, no podía hablar con ella ni na, no había señal ni luz ni una wea, agarre mi auto y partí pa su casa desesperado, maneje como loco, no estaba bien, más encima estaba todo bloqueado, los pacos estaban evacuando a todos pa los cerros, casi me pongo a pelear con los pacos qliaos, no entendía razones... Todos buscaban a alguien, todos gritaban, lloraban... Yo gritaba como un loco - Miraba sus ojos oscuros con cierto brillo melancólico y desalentado, se notaba que no le gustaba hablar mucho de sus cosas personales, ni que le vieran perder el control o llorar, que le vieran sensible, le costaba sacarse esa mascara ruda y flaite, pero conmigo lo hacía. - Después encontré a la Jenny y me la traje pa la casa, por lo menos no le paso nada malo... Y bueno así fue la cosa po Gatito, la mansa vola' - Sacudió la cabeza como quien con un clic bloqueara la pena y la guardara en un rincón de su corazón volvía a sonreír, aproveche ese momento para robarle un beso. Sólo me nació hacerlo.

Finalmente nos estacionamos frente a la entrada a la caleta y descendimos del auto, la cálida brisa de Febrero parecía darle color a mis mejillas y el viento marino se colaba por todas partes. La vista era impresionante, casi parecía todo estar en su lugar nuevamente, el sonido de los barcos a lo lejos, del mercado, de la feria de las pulgas, del embarcadero, del terreno reconstruido, todo respiraba aire nuevo y reciclado. Hasta el mar parecía calmado, sereno y brillante acariciado por el sol. Me apoye en una baranda para mirar mejor la vista, el moreno flaite subió rapidamente con toda sagacidad sentándose sobre la tabla.
- ¿N-No vivían juntos?... - Pregunte sin querer sonar muy entrometido, pero tenía ganas de saber esa parte de la historia que aún no cuajaba en mi.
- ¿La Jenny y yo? Naaa, nos conocimos en el colegio imagínate, pololeamos caleta de años... Aunque la cague varias veces con otras locas... Ella me cagaba a mí... Peleábamos, terminábamos y volvíamos, ya cachai po, la típica pareja media toxica - Reía algo irónico el Pancho y si que lo entendía, también pase por una relación así tortuosa de idas y venidas. - En una de esas quedo embaraza' po... Lo intentamos un tiempo llevar algo mas serio por nuestro hijo, pero la weona me hinchaba las pelotas por todo y ademas sus papas no me querían pa' nada... Me hacían la vida imposible... Será la madre de mi hijo, pero la maraca qlia me hacía escándalo por todo... No soporte mas y chao... Pero con el compromiso de hacerme cargo del Tommy po, obvio mi guaton es lo más importante, todo lo hago por él - Dijo con emoción y orgullo aquel "papasito" flaite, que cada segundo me gustaba más.
- Se nota que lo quieres, y el te quiere mucho... Eres un buen papá, Pancho - Le acaricie la espalda ligeramente tampoco quería que se incomodara con mis toqueteos menos en público.
- Naa, yo siempre cuido a los que quiero, al Tommy, a mi mami, a mis hermanos, hasta el gil del Claudio aunque no se lo merezca... Y a voh po mi Angelito, con toda razón a voh... -
- G-Gracias... Hace mucho tiempo que nadie se preocupaba por mi... - Le conteste sonrojado ya no sólo por el sol - Bueno excepto mi mamá que es capaz de llamar a la marina si me desaparezco... Pero que le voy a hacer, ella es todo para mi - Suspire algo sonriente imaginando lo que mi mamá haría si supiera donde ando y con quién ando realmente. No me gustaba mentirle en absoluto, pero muchas veces sentía que debía ocultarle cosas de mi vida para no preocuparla de más y que no se entrometiera mucho <<Mamá, Déjame cometer mis propios errores, déjame vivir mi vida, déjame ser sólo yo y confía en mí>>. Recorde esa vez que le declare que era gay y me encerré en el baño a llorar, ella me dijo que ya lo sabía además ya había investigado a mi pololo, que sabía que era mayor de edad y que tuviera cuidado o lo metería a la cárcel, que lo había mandado a seguirlo, que me cuidara, me hablo de sexo y yo me sentí tan avergonzado en ese momento, ahora adoraba a mi ex, si mi mamá es brigida pero es super. Mi mamá sólo ha querido a dos hombres cómo mi pareja hasta el día de hoy, mi primer pololo y bueno... Ya sabrán quien es el otro.
- Jajaja si se nota que eris terrible mamón... Ven caminemos un ratito por la caleta... - Me dijo el flaite mientras pegaba un salto para caer en la arena y me espero. Intente no quedar como imbécil y no hacer el ridiculo y también salte, menos mal no me caí ni rodé por la arena como un cerdo, pero el Pancho estaba allí listo como esperando que me sacara la chucha, o agarrarme si caía arriba de él o reírse, pero allí estaba. Corrimos por la arena en dirección a la caleta, pasando por las piedras, él con toda facilidad las saltaba, yo con más cuidado intentando no perder el equilibrio. <<Weon necesitas urgente hacer más ejercicio>> Me retaba mi propio subconsciente. Finalmente llegamos hasta la orilla de la playa y rapidamente corrimos por el agua corriendo como dos locos sin ninguna razón aparente salvo de reír, me reía como un loco con el Pancho con las tonterías que hacía, me perseguía, intentaba mojarme como sea, tirarme al agua o sino arena, gritar como un energúmeno <<Weon de verdad te gusta este cavernicola?>>. Finalmente algo cansado de correr me tire en la arena. El Negro se sentó al lado mio jugando con la arena haciendo círculos con sus dedos.
- Es que si no fuera por mi mamá estaría en la calle o tal vez donde, mi papá es un cero a la izquierda, nunca opinaba de nada, nunca preguntaba nada, nunca se preocupo por mi y mi hermano... Es como un inquilino extraño que vive en la casa y que compartimos el apellido, pero nada más - Le hablaba con cierta parsimonia mientras metía las patitas en el agua dejando que la arena enterrara mis pies, siempre hacía eso desde pequeño. El Pancho por su parte tomaba unas piedras planas y las lanzaba haciendo "patitos", las veía rebotar en el agua bien lejos y con fuerza hasta hundirse en el mar.
- Shuuu, el mio es un culiao loco y borracho... Por lo menos tu papá no le pegaba a tu mamá, aunque mi vieja se puso chora después y lo echo cagando de la casa y salio sola adelante con sus guachos - Dijo el Pancho lanzando otra piedra con cierta rabia
- Es bacan tu mamá... Me tiene mucho cariño parece... - Le sonreí ya que sin duda la señora María era muy atenta y cariñosa conmigo, me contaba sobre su vida, sobre las cosas que hacía, sobre sus sacrificios como madre, sobre sus consejos, siempre me daba regalitos o algo especial mientras estuve allí, me trataba como uno más en su familia.
- No sabe na' eso si que el yerno cambio de hijo jajaja... - Se rió con sorna en su tono flaite el Negro, su risotada resonaba fuerte entre la arena.
- Jajaja ridiculo, imagínate cuando te presente a mi mamá un dìa, se va a caer de espaldas... - Le dije en broma, aunque quizás era probable que eso pasara si mi mamá me viera llegar a la casa con aquel flaite tosco, ordinario, petulante, bruto, gritón, maleducado Y... Y, ya no tengo mas peros. Todo lo de él me gusta, incluso sus defectos. Comencé a tirar piedras también imitando los movimientos del Pancho para hacerlo bien - Mi mamá fue mamá y papá a la vez, se saco la cresta por nosotros para que no nos faltara nada, por eso es tan estricta y sobreprotectora, sobretodo conmigo que soy el mayor... No me deja hacer nada, de hecho le tuve que mentir para poder venir hasta acá - Le declare con sinceridad haciendo que el Negro se me quedara mirando sorprendido.
- Uyy gatito travieso... Igual tu mami tiene que soltarte un poco mas po, si ya eres bien grandecito, ya teni las weas bien peluas pa tomar tus propias decisiones, a veces actúas como un cabro chico, terrible pollito... Voy a hablar con mi suegri - Contesto socarronamente. ¿Realmente hablaba en serio y quería conocer a mi mamá? ¿Deseaba ir más allá conmigo? ¿Iría a Santiago algún día? ¿Cómo sería ese momento? ¿O sólo jugaba? ¿O sólo esto era otro loco amor de verano? ¿Un hetero puede llegar a enamorarse realmente de otro hombre? Mil preguntas rondaban mi mente.
- Tonto! No le digai así o ahí si que te cierra la puerta en la cara... Antes que nada sabes muy bien que tan peludo allí abajo no lo soy, no como otros, necesitai una podadora allá abajo... Y lo segundo, si quizás soy algo pollito pero a la vez soy muy intuitivo e inteligente, tengo mi carácter, no me dejo pasar a llevar por nadie, solo me falta creer mas en mi... Aun me cuesta creer que yo te guste - Me encogí de hombros aún dudoso de todo, Si, soy un maldito dudoso. No puedo creer que alguien realmente me quiera aunque lo haga. No sé, debe ser un problema genético, me falta algún complejo vitaminico, o un trastorno psiquiátrica, pero definitivamente nunca he creído que puedo llegar a ser amado por alguien y por lo general tiendo a alejar a la gente que me quiere por la duda que me genera el creer que no me quiere realmente y esta conmigo por cualquier otro motivo, razón o provecho pero salvo por amor verdadero. El Pancho hizo ese siseo flaite entre molesto y bromista tan característico de él y se me tiro encima tan derepente que ni me di cuenta, de pronto le tenia sobre mi tapándome el sol, su enorme cuerpo tostado y musculoso sobre mi, me sentía pequeño, seguro, querido, atrapado en su cuerpo. Me sorprendía que fuera tan demostrativo y cariñoso en público, no es que estuviéramos completamente solos en ese lugar, si bien estabamos en un lugar algo apartado del resto de la gente, aún así no estabamos solos. No sabía si tomarlo como uno más de sus tontos e inesperados juegos.
- Weon tu eris la raja, eres lindo, inteligente, educado, noble, delicado, sensible, extrañamente delicioso, me dan ganas de besarte y sacarte la chucha jajaja... De hacerte cariño y de que me hagai cariño, no se porque, si me carga que me hagan cariño... Pero voh no sé, me sacai mi lado mas sensible y salvaje a la vez... ¿Que chucha Angel qliao? ¿Que wea me hiciste pa que me gustis tanto? - Me encaro como si le molestara el hecho de que realmente le gustaba, es como al revés de mí, a mi me molestaba que me quisieran y a el le molestaba quererme, me imaginaba que por su mente aun cerrada y heterosexual aún no podía concebir la idea de querer a alguien de su mismo sexo y eso le angustiaba a pesar de que le gustaba. Supongo que esa era la dicotomía con la que se enfrentaba su razón y su sentido en ese momento.
- Si po, te hice su buena agüita de calzón pa amarrarte... Jajaja weon, nunca pensé que pasaría esto y que tu me llegaras a gustar también... Yo no quería quererte ni que tu me quisieras, yo no quería enamorarm... - No me dejo continuar el negro pues me robo un beso no se si a propósito o por gusto para no escuchar aquella palabra tan comprometedora que parecía picarle todo el cuerpo.  <<¿Que es enamorarse realmente?¿Alguien sabe que chucha es eso?>> Ese beso fue lento y pausado, extrañaba sus labios sin duda, pero él se detuvo un momento algo inquieto e inseguro como un animal salvaje fuera de su hábitat o su territorio. Se separo algo arisco de mi, como si mis labios le hubieran dado electricidad, y se volvió a sentar en la arena carraspeando y sacudiéndose las manos y la ropa como queriendo borrar lo que había hecho, expectante mirando para todos lados, como si hubiera sido descubierto haciendo algo malo, lo notaba algo incomodo a mi negrito y no quería verlo así, no iba a forzarlo a andar así y que se comportara como un "gay" siendo un maldito "hetero", si él no quería yo no le haría un show por eso. A mi tampoco me gustaba andar así de cariñoso menos por la calle y que después la gente metiche te señale con un dedo y te grite cosas, o te lleguen a matar por eso, menos después de todo lo que había pasado con el famoso Zamudio.
- No digai weas, si se supone que yo soy el weon acá... Me gustai así tal cual, no necesitai ninguna wea de amarre... Vamonos, aquí hay mucha chusma - Exclamó el Pancho al ver que habían dos locos cerca de ahí tomándose unas chelas, lo cual también me generaba desconfianza pues nos miraban haciendo gestos entre sí. El Pancho se puso de pie y me agarró fuerte del brazo caminando por debajo del muelle, ahí me di cuenta que los dos tipos nos venían siguiendo.

- Uyy la playa se esta llenando de wecos parece... - Grito uno con clara intención de que lo escucháramos, era alto, flaco, moreno, con mechas rubias y con la nariz puntiaguda y ojos chicos como ratón. El otro weon comenzaba a reírse y a hacer objetos obscenos y claramente homofobos, un guaton pero igual de alto, pelao, lleno de tatuajes y con la cara inflada como sapo.
- ¿Que wea hermano teni algún problema?... - Le encaró el Negro al flaco, me soltó de la mano y se acercó algo violento. Pensé lo peor y tenía que  hacer algo. Los dos sujetos se enfrentaron con clara intención de armar una pelea.
- Tiene razón el loco, andan apestando la caleta, esta pasao a ollo mokeao...Además que veni a zarparte conmigo ah? Vo me vei y te cagay - Dijo el gordo amenazante claramente en un tono flaite que me desagradaba, todo en él era desagradable. Su risotada, su cara, sus gestos

El Negro se puso rojo y le grito al guaton en tono amenazante - Y voh te cagay en mi pichula poh guaton chuchetumare -
- Pancho porfa... Para... - Me interpuse sosteniendo con un brazo a mi intrépido moreno intentando mantener la calma, aunque nadie parecía escucharme. Los otros dos siguieron discutiendo contra mi flaite. 
- Uyy como te defiende el mariconcito... - Se burló el flaco riéndose con descaro, lo cual me ofendió, malditos weones homófobos, me estaba empezando a enojar pero ¿Que podía hacer? ¿Responder? ¿Atacar? ¿Correr? ¿Tratar de calmar al Negro? Veía sus ojos cargados de ira, me daba miedo verlo así.
- Y a voh quien te metió ficha perkin qliao?... - Amenazo el Pancho acercándose al flaco sin importarle que yo aún intentaba detenerlo pero hacia caso omiso a mis palabras, estaba cegado por el enojo.
- Ya Pancho, cálmate... Vamonos... - Gritaba intentando detenerlo, tirandole del brazo pero el me soltó con fuerza y avanzó hasta ellos quedando cara a cara con los otros flaites.
- Si po qliao, dan asco... Andan pegando el Sida los weones, raspen de acá maricones... Anda a rasparte la raja con vidrio hueco qliao - Grito el flaco moviendo los brazos con exageración, al parecer así peleaban los flaites o por lo menos se confrontaban antes de pelear.

El Pancho le dio un empujón al flaco el cual se echo para atrás - ¿Y que te metí vo embarao qliao?... Voh soy el que dai asco acá sarnoso qliao, el maricon qliao soy voh que andai pendiente de las weas que hacemos - Le volvió a dar otro empujón pero el flaco respondió con otro, ambos chocaron peligrosamente.
- Negro vamonos ya, porfa... No vale la pena pelear con gente así, gente básica y sin cerebro que en realidad están tan frustrados y cagaos por dentro que tienen que molestar a los demás para sentirse menos miserables en sus decadentes vidas sin sentido... Homófobos qliaos dan pena! - Le increpe esta vez con un grito, sorprendiéndome a mi mismo como les contestaba también a esos tipos y es que ya estaba perdiendo la paciencia y el Pancho cada vez parecía más incontrolable. Si no paraba esto iba a terminar todo mal. Los tres me quedaron mirando algo sorprendidos al parecer no se esperaban una respuesta así de mí.

- Si po qliao hacele caso a tu pololito po weon... Raspen de acá, anda a sacarle caquita a otro lao o sino me prestai un ratito al wequito pa que me preste el chico o les sacamos la rechucha a los dos - Dijo el flaco nuevamente con una cara que me dio miedo y asco, nunca imaginé que este tipo pretendiera tener sexo conmigo como para aliviar la tensión. Claramente estos seres eran unos inconsecuentes de mierda que van haciéndose los machitos, molestando y atacando a los gays pero en el fondo deseaban tener algo con nosotros.

En ese momento tuve un flashback, un recuerdo recóndito en el que yo estando en ese maldito colegio estaba siendo golpeado por unos compañeros hijos de puta en el baño y los mal nacidos me ofrecieron que se las chupara para dejar de pegarme, sentí tanto miedo en ese momento de lo que podían hacerme. Y cómo no se de donde saque fuerzas infrahumanas y les pegue a los dos, les pegue hasta que me canse e incluso a uno le rompí la nariz y al otro le enterré una tijera en la guata, siempre andaba con alguna cosa en los bolsillos para defenderme, y salieron corriendo del baño. Resultado nos suspendieron a los tres, así era como la víctima tenía que pagar también por autodefenderse y nadie se preocupaba por el abuso contra los adolescentes gays en los colegios.
La voz del Pancho me hizo reaccionar y volver a ese instante - Agradécele weon, si no fuera porque esta él acá... Te saco la conchetumare hasta que me ardan las manos y salpiqui sangre qliao... - Agarró al flaco de la polera zarandeándolo con fuerza. El weon no se dejó amedrentar y tambien respondió con fuerza enfrentándose los dos.
- Yo a voh te cacho, voh soy el Salazar... Shaa ahora eris maricón qliao... Les voy a decir a toos que ahora chuteai pa la otra acera ¿Que te gustó acaso que me agarrai tanto? - El Negro no aguanto más y vi como le mandaba un feroz combo en el hocico al flaco care ratón, que llegó a sonar como cuando uno golpea la carne con un mortero para ablandarla, me doliò hasta a mí. Le había tocado lo más sagrado, su familia y su hombría. El flaco lejos de quejarse y con el labio roto, le devolvió otro combo en la guata con toda brutalidad a mi flaite. Se pusieron a pelear combos iban y combos venían. Corrí para ayudarlo, algo tenia que hacer, pero entonces el guaton me agarró por la espalda y me tironeo la mochila. Sentí su aliento asqueroso y me dieron ganas de vomitar.
- Y voh, pasa la mochila altoque longi qliao... O pasame el hoyito - Sentí una sensación de rabia e impotencia, miedo sobretodo quemar mi cuerpo como un carbón en la brasa, igual como aquella vez en el baño en el que temí por mi vida y no se cómo le di un tremendo codazo en la guata pero este no parecía moverse y esta vez ya desesperado moví mi manos a su entrepierna y se los juro porque así fue, que se los retorcí tan fuerte hasta que sus cocos quedaron arriba que el grito de dolor del guaton llegó hasta el cielo, se escucho por toda la caleta. Me soltó y se retorció del dolor y aproveche para pegarle un combo en la nariz con todas mis fuerzas y lo agarre a patadas. Si ahora el descontrolado era yo, había perdido todos los estribos. El guaton aún adolorido y todo contraataco y me dio un combo en la cara que me hizo doler todo. Sentí que mi cabeza se azotaba con fuerza y quedaba medio sordo y con la vista nublada por el golpe.

- Ah no weon, con el Gato no te metai qliao... Eso si que no guaton conchetumare, ahora si cagaste gil qliao - El Pancho saltó entonces y derribo al guatòn y empezó a darle golpe tras golpe tras golpe al guaton de mierda, estaba enfurecido al ver que me había lastimado, le pegaba con saña, el guaton intentaba pegarle también pero el Negro era salvaje y más rápido y le devolvía cinco golpes a la vez.  - Yo no me cuenteo na, les doy cara altoque al culiao que se ponga vio, le doy plomo altoque ya saben shushetumare - Grito colérico el Negro mientras le dejaba la cara irreconocible al care sapo, una mezcla de sangre, saliva, piel y arena. El flaco se quedó inmóvil al ver como su amigo sangraba.
- Y voh llegai a abrir el hocico y te rajo sapo y la conchetumare... - Se paro y le dio feroz patada al flaco quien cayo al suelo chillando como era, una pobre rata. El Pancho tomo las cosas de los tipos, una mochila y se las guardo - por hacerte el iluminao y el domestico me quedo con tus weas... a mi no me vienen a hacerse los vios conmigo y asaltarme y menos con el Gato... Ya virense de acá - Demando el Pancho como todo un guerrero vencedor, mientras el flaco ayudaba al molido guaton a ponerse de pie y se fueron obviamente mandando chuchadas en el aire pero estas se desvanecieron juntos con ellos.

Francisco me miró, se acercó percatándose que estuviera bien, se veía enojado y preocupado, me tomo del rostro algo cariñoso y sus manos temblaban aun y estaban rojas con sangre ajena y yo me queje adolorido aún, me dolía la mandíbula y el ojo no lo podía abrir bien y entonces casi tironeándome del brazo me saco de allí. No se hasta donde avanzamos, sólo se que no lo solté en ningún momento, no quería separarme de él y nos detuvimos un momento para descansar, estabamos al otro lado del muelle al parecer ya que por allí no podía pasar la gente por los roquerios. Me acosté en la arena agotado y aún mareado.
- Pucha mi wachito mira como te dejo ese perro bastardo... - el moreno comenzó a limpiarme la cara y los ojos con cariño, se notaba mas calmado aunque aun parecía preocupado, después fue a lavarse las manos en el agua y aprovecho para registrar la mochila de los malandras y saco unas cervezas y otras cosas, unos pitos, unas galletas, una billetera con dinero, el carnet y llaves y otras porquerías de esos tipos. 
- ¿P-Por qué les robaste, Pancho? Eso no está bien - Le reclame aún con la boca adolorida y aun anonadado por todo lo que habla pasado. Note como el Pancho tomaba su celular y le sacaba fotos a los carnet y documentos, no entendía que pretendía hacer
- No soy ningún ratero... sólo se me ocurrió en el momento. No te preocupi, no voy a quedarme con nada... esos qliaos hijos de la perra se metieron contigo... Si hacen algo mas me los voy a cagar - Tomo la billetera y las otras cosas de los tipos y las tiro al mar. Sólo dejó aparte las cervezas, el pito y las galletas, me dio una cerveza y las galletas y me señaló el pito. No me parecía tan terrible tomar algo, era mínimo lo que necesitábamos y lo que se merecían esos tipos  - No te molesta si fumo mi Angelito? Te juro que es solo para relajarme un poco estoy terrible denso todavía... - Señalo en Negro poniendo los ojitos brillantes como pidiéndome permiso mientras buscaba un encendedor, se notaba que se sentía incomodo de fumar conmigo..
- Ya, pero dame eso si... También quiero un pito - Le dije mientras abría una cerveza y le daba varios sorbos, sentía mucha sed, la garganta me quemaba por dentro, aunque me ardía un poco el labio. No me gusta la chela en realidad pero tome igual, necesitaba pasar el trago amargo que habíamos vivido. 
- Yaaaa enserio le haci? La pulenta?... - Me pregunto incrédulo mientras prendía el pito dándole una calada y luego inspiraba con fuerza para luego botar el humo suavemente y me pasaba el pito.
- Si, a veces igual... - Le di una pitada lenta y pausada para sentir como inhalaba mi cuerpo, no pude evitar toser un poco, estaba fuerte de seguro era mezcla y no pura. Aun asì sentí el efecto de la marihuana subir rapidamente como quemando mis venas, me sentí algo agitado y acalorado, pero al cabo de unos segundos me sentí mas relajado, mi cuerpo se relajo lentamente y sentí que todo brillaba un poco más a mi alrededor. Aun estaba con la adrenalina alta con la pelea pero me sentía mas a gusto, hasta se me quito el dolor en el mentón.
- Uhh esta fuerte esta wea... Ta potente - Comento el Negro mientras le daba una pitada y también tocia, el efecto era rápido en unos pocos minutos ambos ya estabamos mas que relajados, y nos fumamos ese pito que parecía eterno en unos minutos. No pude evitar reírme mientras me sentía ligeramente drogado. El Negro aprovecho para tirarme el humo de su boca a la mía. Lo tenia a centimetros de mi, sus ojos estaban ya achinaditos pero su pelo y su piel brillaban como si tuviera aceite o por lo menos asì lo percibía yo. Le respondì aquel gesto juguetón con un beso con sabor a hierba. - Estai lleno de trucos Gatito, me sorprendí... perdona todo lo que paso, igual me excedí un poco con todos los golpes... Estaba terrible emputao con esos weones - Me hablaba despacito tanto que me acerque apoyando mi cabeza en su hombro. El Pancho se tomo rapidamente su cerveza y yo aproveche para comerme unas cuantas galletas no vaya a ser que me diera la pálida. ya me imaginaba allí todo golpeado, drogado y vomitando al lado del chico que me gustaba.
- Si yo igual me descontrole, tenía miedo y rabia... ese guaton de mierda, me dio asco que me tocará... - Reclame aplastando la lata de cerveza con mis manos en un atisbo de rabia aún metido en mi cuerpo pero que se desvaneció con el efecto de la droga, ese cara de sapo me habla hecho sentir temor. Si no fuera por el Negro quizás que hubiera pasado, si hubiera estado con otro hubiera sido peor, no me imaginaba al Claudio pegandole al guatòn para defenderme, no quería ni imaginarlo, por suerte siempre estaba él junto a mi. Le metí una galleta en la boca jugueteando un poco, la marihuana me pone jocoso, chispeante y desinhibido.
- Me sorprendiste como lo atacaste y le pegaste, le hiciste mierda los cocos jajaja chillo como un chancho qliao... Eris bueno para los combos y las patadas, aunque igual te pego ese weon, te dejo un ojo morado y la boca rota mi pobre ojito e piscina... Yo me volví loco cuando te pego... Casi lo mato ¿Te duele musho mi bebito? - Me dijo mientras me inspeccionaba nuevamente mi rostro, recorriendo mis facciones con cuidado, por lo menos ya no sentía el ojo tan tirante, sentí sus dedos tocar mi parpado con delicadeza, mi mejilla y mi nariz, bajando por mi pómulo hasta mi labio suavemente como si hiciera un scanner con sus dedos, esos dedos que podían machucar pero a la vez acariciar. Sus ojos estaban como cargados de cariño y lascivia a la vez, como cuando le vi aquella primera vez a los ojos sin poder entender esa mirada, ahora la entendía, su mirada me intimidaba, tan penetrante que parecía traspasarme, su mirada me quemaba como cargada de un fuego pasional, su mirada me hipnotizaba y ahora estando drogado más me quedaba pegado mirando el negro de sus ojos profundos como la noche mas oscura, atrapado en esa deliciosa mirada.
- Jaja tengo que saber defenderme po, en el colegio tenía que hacerlo a veces para sobrevivir... Ya no me duele tanto... - Mis manos recorrieron su rostro también tan perfecto y encuadrado, también estaba lastimado tenia un raspillon en la mejilla, le toque con sumo cuidado como si fuera lo más preciado para mi. Le di un beso he hizo como que le dolía a propósito para que le diera otro mas.
- Si le doy un besito demás que se le pasa po mi wachito, aparte igual te veis terrible sexy con el ojo morao, no se cómo que me pasan cosas... - El también me beso siseando de forma evidente se sentía también como yo, no me importaba si ese gesto fuera malo o dañino para la salud, en realidad nada más me importaba que estar con él y besarlo, que me bese y cure cada resquicio de mi cuerpo.
- Mas encima toy medio volao y eso me pone entero califa, y la pelea me dejó con ganas de botar el stress acumulado... Verte pelear como que me prendió un poco - Me susurro el flaite al oído, sabiendo que eso me provocaba altiro, me tenia a su merced, y esta vez fui yo quien sin preámbulos le toque su entrepierna apretándole un poco sintiendo lo dura que se sentía ante mis caricias.
- A mi igual, como que me daba miedo y me angustiaba pero cómo que me gustaba verte pelear... como todo un macho alfa lomo plateado, pecho velludo, pico de burro... - Le decía mientras no dejaba de manosearle el bulto cada vez mas prominente y duro, apenas podía abarcarlo con mi mano completa. Escuche un gemido ahogado del Negro en clara manifestación de goce.
- Además te veis todo inocente y calladito con el labio partió, como que me calienta esa wea, todo un señorito frente a todos, sacaste las garras para defender a su macho, pero conmigo un putito en la cama... Además eris seco para la... Uff, voh cachai po la que teni agarra a dos manos - Me susurro el Negro jadeando a la vez, mordiéndome la boca mientras con sus manos me agarraba las nalgas masajeandolas con algo de fuerza, estrujándome, apretándome contra su cuerpo 
- N-No lo hago a propósito... Soy muy timido y m-me acompleja mi cuerpo... - Le suspire temblando de anticipación y deseo al sentir como sus manos se metían por debajo de mi pantalón atrapando mi culo, sentí sus dedos explorar mi rajita y acariciar con suavidad pero con rapidez mi entrada trasera. Mis manos por mi parte no se detuvieron y metí mis manos por su buzo agarrándole su miembro por sobre el bóxer sintiendo lo húmedo que estaba apretando su cabeza sintiendo como emanaba precum de la punta mojando aun mas su ropa interior. Nos besamos con ganas, con una pasión desmedida como quien quisiera arrancarle la boca al otro, el efecto de la droga estaba en lo máximo pues sentía un calor tan potente que lo único que deseaba era sentir su húmeda boca calmar mi calor que se expandía en cada rincón de mi cuerpo. Nos separamos un momento solo para respirar ya que parecíamos estar en un estado mas allá de la respiración.

Entonces el loco del Negro se puso de pie sin entender que se proponía - Ven, tomémonos una foto juntos... - Le seguí la corriente y se puso a sacar fotos ambos posando juntos de diferentes formas - Quiero tener hartos recuerdos tuyo po Gatito... Ahora tómame una tu... Espérame me voy a subir a esas rocas y tu me tomai fotos - Dijo el Pancho entusiasmado y claramente en estado drogado mientras corría subiendo las rocas como un gato montes, se subió bien de alto y desde allí me hacia gesto y posaba haciendo algunas poses juguetonas y picaras, agarrándose el paquete y haciendo esas típicas poses flaites. Le tomaba hartas fotos, incluso con mi celular. Se quito la polera posando, se bajo los pantalones mostrando sus bóxer marcando su paquete aun duro y por ultimo un clásico cara pálida para el recuerdo mostrando su rico potito flaite marcado y durito al aire. No se porque a los weones les encanta sacarse fotos así calentonas, no me molestaba al fin y al cabo eran exquisitas de ver,a ustedes les gusta también. Ese moreno me tenia embobado con todo lo que hacia.
- Ya bajate de allí ridiculo... Te vai a caer -
- Naa si yo soy terrible ágil... Ven tu mejor - El Negro comenzó a bajar dando saltos acercándose a la superficie.
- Si voy, me sacare la cresta lo mas seguro... Soy nulo en deportes... - Me subí a una roca pero en cosa de segundos el Negro ya había llegado junto a mi, se demoro lo mismo en lo que yo intentaba subir a la primera piedra. <<¿Como cresta lo hacia tan rápido?>>.
- Mentira, tu mejor deporte es el salto con garrocha, eris campeón del palo encebao... Y el emboque en ese ganai medalla olímpica... Y bueno teni el tremendo poto, eso mínimo debería ser motivo pa ganar alguna medalla... Además que estai terrible güeno, güeno, güeno, te chupo hasta la médula - Me abrazaba el Negro atrapándome contra la pared mientras comenzaba a langüetearme - Ya posa ahí un poco pa tomarte fotos... Sacate la polera -
- Ya, no sigas con eso... No quiero... - Reclame pero él no esperaba un no por respuesta y rapidamente me levanto los brazos quitándome la polera dejándome a torso desnudo. Me comenzó a tomar fotos pero yo me sentía incomodo.
- Aww weon corta tu webeo con esa wea - Me reí por la redundancia de sus palabras e intente posar aunque me costaba no ponerme a reír o estar nervioso, miraba hacia arriba o los lados como si no me estuvieran sacando una foto, siempre me sacaba fotos asì como mirando al infinito, pensativo, perdido en la nada, me costaba mirar al frente - Si teni tus rollitos esta bien, me gustas así rellenito, así tengo mas de donde agarrar... sonríe, muéstrame tu cuerpo - Suspire e hice lo que me pedía, me pidió quitarme los pantalones y lo hice allí apoyado contra la roca, de pronto me sentía en una sesión fotográfica. Me pidió que le diera la espalda y mirara a la cámara, claro mi poto quedo en primer plano y él se deleitaba sacándome fotos, imaginaba lo que podría hacer con ellas después tocándose mientras las miraba y me sonrojaba aun más.
- No les mandes a nadie estas fotos o te la corto, aunque me arrepienta... - Le amenace.
- ¿Ah si? ¿Vamoh a ver po? Antes de que me la corti, te la meto - Se me acerco desafiante agarrándome en brazos y me comenzó a hacer cosquillas, no pude evitar estallar en carcajadas intentando detenerlo pero me era imposible mi risa aguda y fuerte resonaba. Me hacia cosquillas en mi guata, en las axilas, en las piernas, en el cuello, yo no sabia si reír o llorar ya que no podía aguantar mas aún asì mi pene estaba duro como piedra. La suya aun mas, la sentía chocar dura como una barra contra mi cuerpo mientras me seguía matando a cosquillas. La droga nos tiene super jugosos al parecer.
- Yaa basta, soy muy cosquilloso... No, para, Francisco... Jajajaja - No podía mas y comencé a arañarle la espalda y el cuello ya refregarme mas contra su pecho pegando mi cara a su pecho peludo y le mordí el pezón derecho, nuestros miembros se rozaban frotándose uno contra el otro. Mala idea, porque el comenzó a morderme y a languetearme provocandome oleadas de risa y gemidos ahogados
- Jajajaja, a ver?... Te rei como payaso jajaja ctmare ame tu risa... Ríete más culiao - El negro y yo rodamos por la arena mientras no podía dejar de reírme y refregarme aun mas contra èl en un deseo irrefrenable, mi cabeza me daba vueltas, nos detuvimos algo cansados, se puso sobre mi colocando mis brazos por encima de la cabeza inmovilizándome, sin dejarme escapatoria.
- Mira lo rico que nos vemos weon, como combinamos, blanco y negro, me teni mas caliente que la cresta y me deci que no te encuentro rico?... Wn desde que te conocí ando con la corneta dura todo el día ¿Que mas querí?. Solo eri mas blanco que pantruca y el pelo rubio, te parecis a pinpon... Pero naa me gusta, combina con mi color... -
- ...Color café caca... - Le dije burlón.
- Ohhh no eso si que no qliao... Toma por weon - Me comenzó a languetear el pezón hasta dejármelo duro y rojo, ahora las cosquillas quedaban atrás y solo sentía como escapaban gemidos de mi boca sin poder controlarlos. Siguió bajando por mi abdomen y mi ombligo dándome besos ardientes y lamiendo suavemente provocandome una sensación de placer por todo mi cuerpo. 
- Noo otra vez no... Jajajaja... Ya basta - Mi nula resistencia se veía completamente anulada por un jadeo cuando me beso en la ingle, sentía su aliento caliente y su barba raspar la sensible piel entre mis piernas haciendo que me retorciera del gusto.
- Detieneme po... - Sentencio el Negro dominante mientras se sentaba sobre mi estomago, sus brazos aprisionando los míos, su entrepierna se acerco peligrosamente a mi cara. Sentí su aroma a sexo golpear mi nariz y la turgencia de su paquete presionar contra mi paladar.
- Ummm - Gimotie ahogado mirándole a los ojos mientras me pasaba sus genitales por la cara solo cubiertos por la tela del bóxer.
- No me pongai carita de Gato con Botas qliao... Mira que yo soy como el Burro y ya sabi porque po... - Exclame algo asfixiado con su tula casi follándome la boca con el bóxer incluido. Mi boca comenzaba a babear cediendo a ese fruto prohibido que con gula y lujuria quería probar una y otra vez.
- No, no me acuerdo... Debe ser por lo weon... - Le seguía provocando a propósito.
- Ah! ¿Queri que te lo recuerde?... ¿Eso queri? Andai provocandome weon... Ya sabis lo que te pasa cuando me provocai - Se bajo el bóxer rapidamente y su enorme trozo de carne me golpeo en la frente, duro y caliente como siempre le sentía apoyarse contra mi cara, como un fierro duro lo tomo con su mano desde la base y me golpeaba en las mejillas, la frente y la boca con su mástil de carne, sus bolas peludas y pesadas se pegaban a mi barbilla sintiendo todo su aroma emerger impregnándose en mi nariz, sintiendo como si fuera una droga aun mas poderosa, miraba todo su cuerpo grande, macizo, musculoso y peludo contra mi pegando en mi pobre carita inocente <<Yaa, super inocente.. esa no te la crees ni tu>>.
- Queri que te demuestre quien manda ¿ah?... - Me sentencio con un dedo metiendolo en mi boca para lograr metermela, le succione ese dedo y veía como intentaba abrir aun mas mi quijada para lograr meterme todo su pico pero yo me hacia el difícil a propósito para tentarlo aun mas, moviendo la cabeza de un lado al otro, evadiendo la punta de su pico dispuesta a penetrar mi boca.
- No, aqui no... Nos pueden ver... - A él no le importaba seguía golpeando su dura pichula contra mi cara y mi boca, se movía sobre mi como si me estuviera follando. Igual me preocupaba la idea de que pudieran vernos y se armara otra pelea, pero en el fondo lo deseaba tanto como él, quería hacer el amor en esa playa solitaria con él. Y languëtie su glande hasta el frenillo esta vez el gemido lo profirió el negro sobre mi encantado de que mi lengua volviera a darle lo que tanto deseaba en su pichula flaite.
- Ahhh conchetumare que rico!!!.... No anda nadie por acá... ¿Porque creí que te traje pa acá?... - Me decía mi negrito flaite mientras sentía el sabor de su liquido preseminal contra mi lengua como un hilo de caramelo, le seguía lamiendo lentamente como si fuera un exquisito helado de mi sabor favorito. Dibujaba círculos con mi lengua por todo el glande tan ancho como mi boca. Lamiendo la uretra sintiendo un rafazgazo de precum inundarme la boca.
- Estas loco, Pancho... - Le decía relamiendome los labios de forma golosa y coqueta saboreando ese néctar.
- Si po, loco por voh, Angelito... Y sabi que te quiero culiar desde hace rato pa que estamos con weas... Ahora estoy volao, caliente y gane la mensa pelea por voh... Merezco algo por rescatarte po mi principito - Decía mi flaite exquisito mientras me metía solo la cabeza de su grueso pene como si fuera una fresa roja, brillante y lisa, llevándolo al borde de la locura.
- Si mi amor, usted se lo merece todo... ¿Le gusta esto? - Le decía mientras seguía lamiendole - ¿O esto?... - Le miraba a los ojos mientras lamia por el costado de su miembro bajando por el tronco hasta sus bolas las cuales lamia y chupaba una por una sintiendo como se erizaba el Negro en mi boca. Finalmente abrí al máximo mi boca comenzando a chupar ese falo gigante hasta lo mas profundo que podía encajarlo hasta mi garganta, sintiendo como me ahogaba y me moría del gusto a la vez. La frondosa mata de bellos de su pubis se clavo en mi nariz, un sonido gutural salio de mi garganta sintiendo como mi saliva escurría por mi boca mientras ese duro pico me atravesaba en aquella posición, sentí que me faltaba el aire y me la saque de la boca, tosiendo por el esfuerzo - ¿Y si te hago esto?... Es suficiente para agradecerte mi héroe flaite y valiente -
- Ohhh mierda que rico... - Exclamo mi moreno deshaciéndose en mi glotona boca. No espere mucho mas y me volví a tragar su pollón hasta los ganglios.
- Vay a pedirme a gritos que te culee... - El Negro se apoyo con ambas manos en la arena sosteniendo su propio peso y como si hiciera planchas comenzó a mover su rica pichula en mi boca, metiendola y sacándola primero suave y a veces fuerte, hasta el fondo, arrasando con mi garganta - Vay a suplicarme y me encanta que lo hagas... - Una especie de espuma salia de mi boca penetrada, una mezcla de saliva, lagrimas y presemen, yo chupaba y apretaba los labios, movía la lengua de un lado al otro, mientras ese vaiven bucal iba y venia - Eso, eso asì mi gatito... Primero ya sabis po lo que quiero... que me hagai un traje de saliva a mi corneta - Me comenzaba a doler el cuello y la mandíbula por el esfuerzo, le hice señas para que se sentara un momento. El Pancho puso una toalla sobre una roca y se sentó, rapidamente me fui de rodillas hasta él, se veía tan divino y exquisito como una estatua de roca y sal en la playa perfectamente esculpida y bañada por el sol, su pene se erguía caliente apuntando hacia el cielo como un tótem de carne. ¿Cómo no querer darle placer a ese hombre? Si era como un dios del sexo. No le hice esperar mas y volví a hacerle el amor con mi boca.
- Eso así... Chupemela entera... Comamela hasta los coquitos mi amor... Ya están cargaditos de amor de nuevo pa darte lechita caliente - Gritaba el flaite mientras le comía el rabo, tan concentrado estaba en mi tarea disfrutando de ese placer hipnótico al chuparle su miembro de la cabeza hasta las bolas con fruición delirante que no me habla dado cuenta como mi moreno amante estaba con su celular tomando un "recuerdito". - ¿Te gusta? ¿Te gusta verdad bebe?... - Yo asentía sin sacarme su pichula de los labios mientras mi cabeza subía y bajaba a un ritmo constante, solo se escuchaban los gemidos y chuchadas del Pancho y el sonido húmedo característico de una boca haciendo un mamón a mas no dar, y de fondo el sonido del mar. Me sentí todo un actor porno amateur.
- Ohh conchetumare... Weon rico - Seguía jadeando el flaite hetero que en mi boca sin duda se hundía su heterosexualidad. Seguía grabándome con detalle y aprovecho la vista para grabar mi culo y bajarme el bóxer, masajeando mis nalgas blancas y turgentes, las apretaba y magreaba, les daba nalgadas con una mano mientras con la otra seguía tomando un plano general de mi retaguardia sin soltar su celular.
- Ven, comemela entera weon... Solo voh podi hacerlo así... Ohhh conchesumare que rico... - El Pancho se recostó sobre la roca y tomando mi cabeza por el pelo comenzó a bombearme tomando el control, aplicando garganta profunda a mi pobre cabeza, follando mi boca de forma rápida mientras seguía grabándome, mirando por la cámara del celular aquel espectáculo porno privado en el que eramos protagonistas, le encantaba atorarme con su tolete de carne al punto de que soltaba lagrimas por el esfuerzo y le rogaba soltarme para poder respirar - Eso Angelito sigue chupándola... Así tengo un recuerdito tuyo de lo rico que me tratai la callampa... - Estaba tan caliente y con mi pico tan duro que comencé a tocarme, no podía evitarlo estaba hirviendo tanto como la verga que tenia en mis labios.
- ¿Te gusta como te la chupo?... - Me la saque de la boca mirándole a él, a la cámara mientras besaba su pene, su glande, lamiendo y jugando a golpear mi lengua contra la sensible piel de su prepucio. Me sentía todo un puto arrebatado.
- Me encanta... - Suspiraba el flaite mientras su guatita plana subía y bajaba agitada y levantaba ligeramente las caderas para bombearme hasta el fondo.
- Mmmm me encanta chupartela toda... Tan rica, tan gruesa y larga... Y es solo mía... Que rico atorarme con tu tula caliente - Relataba mientras volvía a chupar y chupar sintiéndome el weon mas sucio y puto del mundo haciendo feliz a su hombre. Volví a comerme sus testículos e incluso roce su perineo y su ano con mi lengua, le sentí estremecerse aun mas, al principio se puso incomodo el macho hetero con mi lengua en su retaguardia pero el placer le venció y separo las piernas dejándome libre acceso a su mas privada y sagrada parte, comencé a lamer su poto concentrándome en su apretado y peludo orificio mientras con la otra mano le pajeaba rapidamente. Su pene estaba aun mas duro, lo sentía quemar mi mano. Hábilmente intente meterle un dedo y lo logre y antes de que el macho hetero se volviera loco, porque le desvirgaba con mi dedo su virginal y hetero ano, volví a tragarme su pene sintiendo como este palpitaba en mi boca como si tuviera vida propia, aun con mi dedo indice reptando dentro de su culito cerrado, sentía sus pliegues apretar mi dedo con fuerza y encontré lo que buscaba, su botoncito del placer y comencé a apretar y estimular suavemente su próstata - Esto es lo que siento cuando me tocas aqui amor con tu pichula mi negro hermoso... - Le explique al Negro quien tenia los ojos abiertos como platos, su respiración se aceleraba, y sus piernas se agitaban mientras sentía como todo su ser se contraia de placer y su pico parecía ponerse mas grande aun, una fina capa de sudor cubría todo su cuerpo moreno de dios griego. Moví mi dedo y mi boca al mismo tiempo sincronizando y atacando sus centros de placer.
- Ohh Angel qliao, mira como me teni cabro reqliao... Eso weon asì, comemela entera... Tu deo weon... Eso.. Eso... Traga weon, traga... Me voy a ir cortao... Ohh hijo de la perra ya no aguanto mas - Gritaba el Negro poseído por el placer mientras incrustaba el dedo golpeando su próstata, sintiendo como iba a explotar en cualquier segundo y el Negro sin dejar de grabar cada detalle, me agarro con rudeza la cabeza haciéndome tragar su pene hasta el fondo. Y exploto como una fuente.
- Ummm!... - Me sentía ahogar mientras sentía los trallazos de semen hirviente disparar directo en mi boca y garganta, el negro no me soltaba la cabeza mientras me la tenia clavada hasta la raíz y me trague todo casi a la fuerza.
- Tomatela toda cabro qliao... Toma... Toma... Ahhh! Ahh! Aghhhhhhh! - Seguía gimiendo y retorciéndose el Negro, su ano se contraia con fuerza apretando mi dedo invasor, mientras sus últimos disparos de lefa llenaban mi boca. El Pancho me miraba con lujuria y me tomo rapidamente en brazos girando me coloco de espaldas sobre la roca y sin esperarlo comenzó a comerme el culo como sólo él sabia hacerlo, su lengua perforaba mi agujerito con avidez y hambre y luego metió su dedo buscando aquel punto mágico y vaya que lo encontró. me presionaba mi próstata y me lamia mi perineo, bolas y pene lamiendo todo con un deseo desinhibido. Vaya hetero, vuelto loco de deseo homosexual. Luego volvía a atacar mi culito lamiendo y luego metiendo dos y tres dedos moviendolos en círculos haciéndome gemir cada vez mas fuerte retorciéndome de placer, ya no podía mas, lo necesitaba, quería que me penetrara, me poseyera, me llenara de él. Todo mi cuerpo lo deseaba con fervor.
- Pancho por favor, métemela... Haceme el amor... - Le imploraba fuera de control agarrándole de la cabeza hundiéndole mas en mi.
- Eso... Me encanta sacar al putito caliente que hay dentro de ti Angelito... Pidiendo a gritos que le de como caja - Me decía el negro mientras me daba nalgadas y luego colocaba mis piernas en sus hombros doblando así mi columna quedando así expuesto mi agujero ante el
- S-si, si quiero... - Asentía mientras le abrazaba acariciándole la espalda sintiendo el contacto de nuestras caderas chocando, buscando unirse, su pene que seguía increíblemente duro se pasaba a lo ancho de mi raja como una manguera oscilante lista para atacar. Enredamos nuevamente nuestras bocas otra vez en un beso cargado de deseo, me encantaba besarlo era como tocar el cielo.
- ¿Quiere pico mi bebe?... Te voy a dar pico entonces... - Aseguro el moreno, mientras con una mano apuntaba su falo ardiente en mi agujero y ligeramente presionaba, apoyando sus manos a los costados sobre la roca comenzando a penetrarme lentamente, la gruesa cabeza atravesó mi sensible anillo y sentí algo de molestia pero el placer era infinito y apretando su cuerpo contra el mio le susurre - Si, si quiero... Por favor Pancho... culeame... Ya no aguanto mas, necesito que me la metas... - Le sentí hundirse en un solo golpe enterrándome sus veinte centimetros invadiéndome con fuerza y vigor, toda su estaca hasta que sus pelotas tocaron mis nalgas. Me sentí pleno, mis piernas se quedaron inmóviles atrapandole por la espalda y gemí contra su oído mordiendo su oreja, el también lo hizo mordiendo a la vez mi clavícula en una sinfonía sexual descontrolada. Lo demás ya es un baile conocido, el de dos cuerpos unidos chocando y moviéndose al compás cadencioso del mas exquisito y prohibido placer.
- Me encanta tenerte asì, tan rico, tan apretaito, gimiendo, volviéndote loco, mordiéndome, besándome, rasguñandome la espalda... Mi gatito rucio, ojitos e piscina - Me decía el Pancho mirándome a los ojos mientras me taladraba el culo con deseo, rudeza y rapidez, sentía su cadera golpear fuerte contra mi culo en un impacto profundo enterrando su pene hasta el fondo de mi ser. Mi estrecho agujero le apretaba a la perfección como si se adaptara solo a él, mi cuerpo se acoplaba a él, como si cada rincón encajara como una pieza con el del otro. A lo lejos se escuchaba el romper de las olas contra las rocas mientras mi flaite me rompía literalmente el culo. Y me gustaba sentir toda su potencia y virilidad en cada embestida, le apretaba el culo enterrándole mas a mi casi rompiéndome el espinazo y levantaba la cadera facilitándole aun mas ese contacto caliente e intimo en el fondo de mi ser. Nada mas importaba, solo los dos. El Pancho tomo mis tobillos separando mis piernas abriendo un poco mas mis nalgas y así pudiendo ver ambos como su pene moreno se perdía entre mis nalgas rosadas, ambos gemíamos al mismo ritmo con cada arremetida. Mi amorcito aprovecho esa postura para tomar su celular y seguir cogiéndome a su gusto grabando a la vez ese momento único... - Uff que rico bebito, como se ve mi pico metiéndose entre tus cashetes, enterito... - Me grababa a mi y luego a él levantando la cámara para que luego ambos nos viéramos dando y recibiendo al otro. Yo también le ayude a grabar enfocándole su hermoso cuerpo arremetiendo contra mi, poseído por el placer. Me comencé a masturbar, mi pene me dolía de tan duro que estaba. El Pancho disfrutaba tanto esto que no dudo de chuparme el pie que sostenía con una de sus manos mientras me seguía culeando a lo bruto. Luego me levanto cargando mi peso y me aferre a su espalda dejando que el me controlara, tomándome de mis nalgas haciéndome subir y bajar por su dura callampa que me atravesaba llevándome al cielo, tenia todo el control de mi y eso me gustaba, hacia lo que quería conmigo. Me tiro en la arena sin sacarme su pene y me puso en cuatro patas, no me importo ni la arena ni nada, allí estaba gozando como nunca. La bestia alfa dentro de el siguió penetrándome como si su vida dependiera de ello. Tiro de mi pelo haciéndome arquear mas mi espalda, seguía grabando como todo un director porno. Encantado con mi culo y mi cuerpo, haciéndome rebotar con fuerza contra él. Puso el celular en la arena apuntando el lente hacia nosotros para no perder detalle de esa consumación sexual.

- Eso bebito mueveme el poto, culeate tu solito... Que rico rebotan tus cashetes, te voy a partir la raja chuchetumare - Rugía el negro mientras yo movía mis caderas salvajemente hacia él, chocando con su pelvis y dando suaves giros atrapando su pene en mi interior, me mordía el cuello y sin soltar mi cadera llevo su mano derecha a mi pico goteante y comenzó a pajearme con fuerza y sin dejar de moverse era atacado por el frente y por detrás. Estaba rendido. ¿Como podría quejarme si perder esa guerra es como ganarla? Ya no iba a aguantar mucho mas y por los resoplidos en mi oreja del Pancho notaba que también le quedaba poco para ganar, doble mi cara y nos besamos con fuerza, incremento aun mas la fuerza de sus penetradas y mi cuerpo se agitaba ya sin control, mi pene estaba rojo por la fricción de su mano que no paraba de masturbarme subiendo y bajando. Rápidamente metí una mano por debajo de mi y encontré su pico invadiendo mi oyito y las bolas mojadas estrellarse contra mis nalgas con fuerza duras y listas para descargar otra vez, baje aun mas la mano hasta encontrar su ano y nuevamente le metí el dedo buscando su próstata estimulándole rapidamente - Oh maricón qliao... Te amo Angel... - Mi negrito flaite se volvió loco, sabía que no lo decía con intención de insultarme después de todo hacia rato que no me llamaba con esa palabra tan mal usada, por otro lado esas dos últimas palabras resonaron en mi cabeza y mi corazón hinchado de felicidad y placer, entendía que estaba preso de su deseo queriendo liberar su tensión acumulada, entendía que me quería mas de lo que quisiera asegurar, y entendía lo que ese simple dedo podía provocarle al explorar su rincón mas oculto y que me permitiera hacerlo dejando de lado su heteronorma y su tonta hombría descerebrada era una prueba clara de que si me amaba, y me siguió culiando, haciéndome el amor, haciéndome suyo, fundiendonos los dos la piel, mientras me besaba y me mordía el cuello como un lobo salvaje, me masturbaba y con su pene machacaba mi pobre próstata yo le respondía masajeandole su ano y apretando los músculos de mi esfinter para atrapar su duro miembro y así intensificar aún mas su potente orgasmo dentro de mi.

- Y yo te amo a ti, Francisco... -
Ya todo estaba dicho, se me desconecto algo en el cerebro seguramente porque sentí que desfallecía allí mismo clavado en él, sentí como si me ahogara y luego veía la luz, y sentí como mi pene disparaba semen como un aspersor, un disparo tras otro de copiosa leche al mismo tiempo que el Negro lo hacia en mi interior en una ultima embestida mortal inundando mis paredes anales con su blanco néctar y lo que le quedaba por exprimir de sus testículos. Ambos gritamos y caímos rendidos, agitados, sudantes, casi perdiendo el sentido y la razón, atrapados por la fuerza del clímax sexual y el fulgor de la marihuana. Su pene aun latía dentro de mí. Me abrace a él y me quede dormido de lado aun con él en mi interior también se durmió abrazándome. Mi cabeza aun daba vueltas, pero lo único certero era que el Francisco estaba allí, aun pegado a mi, unido a mi en cuerpo y alma. No deseaba separarme de él nunca mas...

Comentarios

  1. Dios, esperaba esta entrada. Básicamente porque tus relatos quedaron en 5 capítulos y de ahí no supimos nada de ti :(. Pero bueno, espero que sigas publicado esta maravillosa historia.

    Consejo: deberías modificar tu blog para que se pueda publicar como anónimo. Al tío de las "crónicas de un flaquito" le paso lo mismo. Comenzó con un blog como el tuyo (solo se podía comentar con cuenta Google) y nadie comentaba, y al cambiarlo para que todos pudieran comentar se lleno su blog. Tu puedes verlo por ti mismo.

    Eso... Saludos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh muchas gracias por el dato, ahora quedaron los comentarios liberados para todos. Gracias por la ayuda y espero que muchos vuelvan a leer esta historia.

      Eliminar
    2. Cada vez más intrigante esta historia, el drama, los detalles sexuales, me lo he estado imaginando todo jajaja. Muy buen relato.

      Saludos.

      Eliminar
  2. En los próximos relatos podrías poner en vez de pico, pene, la palabra CHUTO. Se oye y se lee groseramente excitante ��

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Casi Cuñado - Capitulo 8 #ReencuentroSecreto

El Casi Cuñado - Capitulo 9 #EscapadaRomantica

El Casi Cuñado - Capitulo 4 #PecadoConsumado