El Casi Cuñado - Capítulo 2 #DeseoProhibido

EL CASI CUÑADO

Cap 2 #DeseoProhibido



- Chucha, perdón - En un segundo Claudio emputecido se puso de pie, se sacó el condón y lo tiro lejos y se puso la ropa y salió de la pieza mientras yo intentaba encontrar algo de dignidad y decencia entre las sabanas y me vestí más rápido que nunca. Escuche gritos entre los hermanos que comenzaron a discutir, a través de las tablas desvencijadas de la habitación se podía ver la silueta de ambos hombres discutiendo a viva voz:

- Weon podríai haber tocado antes po culiao -
- Shaa weon voh que no teni cuidado po imagínate si hubiera sido mi vieja le dan cinco ataques. Eri terrible aweonao, Claudio- El Negro se golpeaba la frente exasperado.
-¿Y voh weon que mierda queri? ¿Dónde mierda te fuiste anoche? - Le increpaba Claudio enojado mientras retomaba su calma de siempre.
- Vine a cambiarme de ropa pa ir a buscar al Tommy, la Jenny anda emputecia y más encima me cure raja y me pelie con la Maritza porque anda con la wea, ahhh que rabia más encima te encuentro casi culiando hueco conchetumare, día culiao penca weon ¿Ese ejemplo le queri dar a tu ahijado weon? - Gritaba el Negro como dando golpes mientras que el Claudio quien era padrino del niño, intentaba detenerlo y evitar que rompiera la pared de madera de la pobre casa.
- Weon cálmate, anda a buscar al Tommy nomás y nada de esto a nadie weon -.
- Ya weon mejor me voy, Shhhhh menos mal que era tímido el ojito de pisciiina… Montao en la tula casi weon - Escuche como bajaba las escaleras y yo me sentía desfallecer con cada peldaño que daba, y el Claudio entraba a la pieza de nuevo, nunca antes había sido pillado en pleno acto, o peor aún casi en el acto porque no habíamos alcanzado a hacer nada, obviamente después de esa interrupción no pudimos continuar y ninguno de los dos estábamos con ganas ni siquiera de mencionar el asunto.
- Disculpa, Angel… Emm yo voy a ir a comprar pan pal desayuno y a buscar a mi vieja al negocio, si quieres anda a ducharte y así te relajas un poco, tranquilo mi hermano no dirá nada weon… Ya vuelvo ya, tranquilito, no hay nadie más así que piola estas weas pasan, siéntete como en tu casa- Claudio tomo su chaqueta y dándome un beso medio torpe en la mejilla aun nervioso salió del cuarto. Y ahí quede sólo en medio de una habitación en una casa que no conocía, con el pene aun medio duro, con una cacha sin terminar y con el corazón medio aguado entre el descontento y la sensación de que esto va de mal en peor. Como sea me quede a asear un poco la habitación, a hacer la cama y luego baje para ir al baño, estuve un buen rato intentando prender el calefón y recibiendo las llamadas de mi mamá y su reiterativas preguntas de saber si estaba bien y blablabla (si supiera donde está metido su hijo se muere) lo que me distrajo un poco de mi estupor y vergüenza. Me metí al baño y me quite la ropa para poder ducharme regulando el agua caliente y me coloque bajo el chorro para limpiar y despejarme un poco necesitaba un buen baño, el chorro de agua caía por mi cuerpo recorriendo las curvas de mi anatomía y se filtraba por mi piel como limpiando por dentro. No habían ni pasado ni cinco minutos cuando escucho que golpean la puerta del baño algo insistente.
- ¡Ocupado!- Grite algo nervioso con el shampoo en el pelo aclarándolo con el agua y evitando que me entrara en los ojos. Volví a sentir más golpes y esta vez la voz de un niño.
- Es urgente loco, el Tommy ta que se mea porfa, un cachito hermanito - Ahí me di cuenta que era el Pancho que había vuelto con su hijo, algo fastidiado busque mi toalla y lo mejor que pude me la anude tapando mi desnudez, ya me había visto en pelota demasiado aquel sujeto petulante y vulgar.
- Espérate… - Camine hasta la puerta y quite el seguro vi su cara y esa expresión indescifrable siempre en él y al pequeño niño que era una copia exacta del padre pero obviamente más tierno, apapachable, amoroso y educado. Me volví a meter a la ducha rápidamente avergonzado y cerré la cortina lo mejor que pude aunque claro era casi más fierro que cortina.
- Vale loco te pasaste, disculpa… Dale hijo pue haga pipi - Hablo el grandote mientras pasaban padre e hijo y este le ayudaba al menor a hacer sus necesidades mientras le cantaba tiernamente una canción del baño, y a pesar de yo estar casi pegado a la pared con la vista hacia los azulejos rotos del baño, me hizo reír un momento a pesar de mi estupor y de saber que él estaba allí, el sujeto que me había visto casi en pleno acto con su hermano, el sujeto que me había sobajeado con la excusa del baile. Pero delante del niño sorprendentemente hablaba con dulzura y delicadeza paternidad, sin ningún garabato.
- Lávese las manos, vaya a buscar a la lela y dele las gracias al tío Angel… - No podía creer que ese mastodonte bruto fuera tan atento y cuidadoso con su hijo, escuche un “Gasshias Tío Angel”- tan tierno que me saco el enojo de inmediato, aún tenía fe en la humanidad y sobre todo en los niños. En el fondo ese flaite rudo, borracho, medio homofobo y ordinario tenía su corazón para con su hijo y le enseñaba cosas buenas por lo menos.
- ¿Oe hermanito no te molesta si hecho la corta’ yo también aprovechando? Estoy que me reviento weon - De pronto el flaite dentro de él había vuelto cuando el niño ya se había ido y más encima ahora seguía interrumpiendo mi ducha, no podía echarlo más que mal era su casa al fin y al cabo y cuando uno tiene ganas no es bueno aguantarse.
- Si, dale, no hay problema… - Dije mientras fingía que enjabonaba mi cuerpo, pero en realidad no sabía que mierda más hacer de los nervios y entonces escuche claramente el sonido metálico del cierre bajar, un par de movimientos, un largo silencio y luego como una especie de manguera comenzaba a accionarse y el sonido chocaba contra el inodoro un buen rato. Se escuchaba con tanta potencia y meaba tanto rato que no pude evitar sentir curiosidad de que aquel aparato era realmente un pene o algo más, pero no quería mirar evitaría cualquier mirada a su entrepierna.
- ¡¡¡¡Ahhhh comparito que alivio, menos mal weon!!!! - Escuche el quejido de alivio cuando los últimos chorros se hicieron menos sonoros y más cortos señal de que por fin estaba acabando de orinar y luego se escuchaba el sonido de quien se sacude el miembro para evitar salpicaduras. <<¿Por qué se está demorando tanto weon? Son tres sacudidas y ya>> Mi subconsciente me preguntaba pues se estaba demorando y luego sentía como si estuviera clavando la vista en mi baja espalda, esa maldita sensación de presentir que te está mirando y no poder darte vuelta, claro la cortina no tapaba mucho mi total desnudez y entonces de reojo vi sin querer queriendo el rabo del Negro. <<¿Te está tentando? ¿Te está poniendo a prueba? ¿Me la quiere mostrar a propósito? ¿Por qué aún no se la guarda y se la sigue sacudiendo? ¿Me está mirando el poto de nuevo este weon?>> Veía como su mano se movía sacudiéndolo, aun en reposo sin duda era un miembro grande, moreno, peludo y cabezón. Vi que movió la cabeza a mi dirección y yo me hacía el desentendido y entonces se lo guardo por fin aquel monstruo y se subió el cierre, jure que se reía mientras abría la llave del agua helada para lavarse haciendo con ello que cambiara la presión de la ducha y me azotara una cascada de agua helada que me hizo gritar y sacarme de mis pensamientos.
- Jajajaja ya listo weon, gracias y disculpa lo de endenante no quise ser tan enojón pero es que andaba con la wea… ¿Para qué te tapai tanto si ya te he visto la raja antes? Ya te dejo solito, y apúrate que la wea de gas no la regalan! Jajajaja es broma ojito de pisciina eris wena onda aunque huequito pero teni el menso pedazo de culo” – Escuche su voz resonar burlesca y como de pronto, a una velocidad insospechada y apabullante sentía como una mano me azotaba una de mis nalgas mojadas por el agua produciendo un chasquido húmedo que me hizo gritar sorprendido otra vez, era su mano grande y fuerte, que me dio una sacudida y me estremeció todo el cuerpo. Y antes de que me diera vuelta y le reclamara como un ninja el Pancho cerraba la puerta desapareciendo en el acto no sin antes escuchar su pesada carcajada y percatarme al mismo tiempo que mi propio pene estaba tan duro como una piedra…

…No podía entender porque me había pasado esa reacción en realidad detestaba al petulante Negro, pero mi cuerpo me traiciono y al primer contacto con él se iba por la borda todo el prejuicio, eran demasiadas cosas acumuladas la presión de estar lejos de mi hogar, el sentir que con Claudio las cosas no se daban de forma natural, la vergüenza al ser visto por alguien más, las ganas de tener sexo que tuve que mojar en la ducha, la frustración por sentir que esto se estaba desbaratando antes de comenzar, las miradas inexpresivas de Pancho, sus tocamientos, su atrevimiento y osadía, su complejo de “superioridad” heterosexual, su forma grosera al hablar, sus movimientos al bailar repegado contra mi, su pene sacudiéndose, su mano tocando mi trasero. Era demasiado, no podía excitarme con alguien como él y más aún él, mi casi cuñado.

No sabía si lo hacía para intimidarme, para molestarme, para humillarme, para hacerme sonrojar aún más, para burlarse de mí y mostrarse “superior” o quizás lo hacía porque le gustaba, algo imposible para mí. Tenía polola, tenía hijo, tenía fama de follarse a cuanta mina quisiera, era heterosexual hasta por dónde se le viera, no necesitaba para que fijarse en el casi novio de su hermano y fantasear sexualmente con él. Pero yo ahora estaba ahí en medio de la ducha con mi miembro duro pensando en él y en lo que había hecho, fantaseando con algo imposible.

Salí de la ducha y me seque y vestí ahí mismo, escuche más voces y entonces entendí que estaban todos y tendría que fingir estar bien aunque mi cabeza estaba en otras. El Claudio me miraba con su indiferencia habitual, sus hermanos y su madre me contaban alguna que otra historia intentando mostrar interés y por su parte Pancho de vez en cuanto se me quedaba mirando de forma extraña pero haciéndose el weon como si nada hubiera pasado. Después de desayunar todos se fueron a ver televisión y de pronto me puse a jugar en la alfombra con el pequeño Tomás quien reía mientras yo jugaba encantado con él haciendo chocar sus autos de juguete o imitando a animales, al poco tiempo le tome cariño al peque y este no se me despegaba, realmente era un niño encantador y por otro lado no dejaba de pensar en su padre y en lo distintos que eran. Pancho sólo de vez en cuanto se acercaba para ver que el niño estuviera bien y de paso lanzarme alguna broma pesada. Por otro lado intentaba acercarme a Claudio, pero este me rechazaba algo nervioso temeroso de que nos vieran, quería abrazarle, besarle, quitarle sus penas y miedos, realmente me gustaba, quería estar con él y dejar de pensar en su hermano pero cuando por fin lograba hacerle cariño o darle un beso si él mismo no se corría entonces alguien nos interrumpía teniendo que alejarme nuevamente, por lo que ya hastiado deje de molestarle y el resto del día pasamos sin hablar.

Tomás pronto tenía que volver con su mamá, ya que vivía con está y el chiquillo no se quería ir y empezó a llorar pues quería seguir jugando conmigo. Se había encariñado conmigo mucho y me daba pena verle así, entonces el Pancho algo angustiado por su hijo y por lo tarde sabiendo lo jodida que era su ex, me propuso si lo acompañaba a dejarlo donde la famosa Jenny. Tuve que aceptar y de pronto padre e hijo me sonrieron y partimos los tres a pie ya que quedaba cerca. Íbamos jugando por el camino y tras dar unas cuantas vueltas llegamos a la casa de la madre, por poco pensé que iba a ponerse a pelear con el Negro, pero al verme a mí no dijo nada. El niño se despidió de su papá y de mi con un abrazo y nuevamente me dijo “Chao tió Angel” que me enterneció hasta el alma. Yo me quede más atrás, mientras veía como ambos hablaban casi en susurros hasta que finalmente el Pancho se despide y se viene a mi lado:
- Gracias por acompañarnos, eris la raja hermanito… Eris bkn con el Tommy – Me dio un palmotazo en la espalda que me hizo sacudirme.
- No es nada, además que tu hijo es un encanto… - Le dije con media sonrisa mirándole a los ojos por primera vez note cierto brillo en ellos.
- Tiene a quien salir po, al padre jajaja… - Contesto en un tono sobrado mientras volvía a reír estrepitosamente flaite.
- Si claro… - Suspire rodando los ojos irónicamente.
- ¿No soy encantador acaso?... – Me pregunto alzando levemente su ceja y recién me di cuenta que tenía un piercing en esta, era la primera vez que lo miraba tan fijamente. Casí siempre evadía mirarlo quizás por miedo, por rabia o por algo más.
- No, conmigo no por lo menos, me tratas sin ningún encanto… - Suspire algo cansado.
- Yaa pero es puro webeo po, si me gusta webearte porque te poni serio y te la creí… Yo siempre molesto a todo el mundo soy el weon más pesao del mundo, pero malo no soy… - Dijo alzando la voz, nunca entenderé porque los flaites tienen que hablar tan alto como si quisiera que todos los escucharan.
- Ummm… No sé si creerte… - Lo mire algo incrédulo.
- Créeme po, puedo llegar a ser tan encantador a tal punto de hacer que te sueltes, te vuelvas loco y dejes esa cara de amargado que llevai… ¿Siempre eri tan serio weon? Te hace falta una buena cachita parece jajajaja… - Me dijo burlonamente como costumbre y al mencionar el tema del sexo no pude evita sonrojarme enojado e increparle molesto.
- ¡Eso a ti no te importa! Contigo no, gracias…. –
- Shaaa salto altiro el maricón, ¿Viste que te picai altiro? Si yo contigo tampoco a mi me gustan las minitas, chupar tetas y zorritas, ni ahí con voh… - Grito nuevamente exagerado defendiendo su estandarte de heteronorma.
- ¿Ah si? ¿Y porqué me tocaste el poto en la ducha?... – Le pregunte con cierto tono burlón.
- Pa wearte no más, siempre molesto a mis hermanos así… Pregúntale al Claudio… - Se reía con su pesada risa flaite mientras sus ojos se achinaban, cuanto me molestaba aquella actitud. Pero mi subconsciente me cagaba a mi mismo <<Te recuerdo que igual se te paro cuando te toco el poto>>
- No me quiere hablar… - Le conteste con un tono bajo lo que hizo que el bajara el tono de su voz a la vez. Entendí que si yo hablaba bajito él también lo haría.
- Si, po si cache la wea un poco tenso el ambiente ¿Qué paso con mi hermano? -
- No me pesca po… -
- Es que también el weon penca en que te fijaste po, muy hermano mío será pero es más aweonao y orgulloso que la cresta, se complica más que la chucha… Ojala se dé cuenta el qliao y recapacite o te irás de vuelta pa Santiago, y un mino como tu no va a encontrar nunca más… - - Se detuvo un momento como queriendo pensar muy bien lo que iba a decir - Eris alguien especial weon –
- Chuta gracias por el elogio… - Conteste algo sorprendido por sus palabras, era la primera vez que era gentil conmigo y no salía con alguna broma de mal gusto.
- De nada ojito 'e pisciina… ¿Viste que puedo ser bueno con voh? – Me quedo mirando fijamente y yo no podía descifrar esa mirada tan intensa. La noche estaba extendiendo su manto oscuro lo que no ayudaba mucho a entender el secreto de sus ojos marrones que me miraban poniéndome nervioso. Y entonces cambie el tema bruscamente, soy especialista en dar vuelta la situación.
- Ya menos mal po… ¿Y que onda con la Maritza? ¿Se arreglaron? Ella me cae bien deberías volver con ella… -
- Naa, ella no me valora, siempre me tira pa abajo de que soy un inútil, un fracasado, que soy un weon caliente que a la primera la caga, que solo pienso con el pico, no confía en mí, siempre cree que voy a cagarla con otra mina es mejor terminar poh, yo no ando rogándole a nadie tampoco… Y bueno nadie confía en mí poh – Escuche su sinceridad a su estilo flaite y en su tono de voz se notaba que lo estaba pasando mal. – La Jenny igual, me trata terrible mal y eso que yo cuido, me quedo con él y le doy todo lo que puedo al Tommy… ¿Qué onda las minas weon? – Escuche un suspiro que me hizo bajar la guardia y tome su brazo acariciándole lentamente solo para animarlo, no piensen mal. Sólo fue una reacción espontánea al ver a alguien triste, no me gusta ver triste a la gente.
- Uta weon, yo creo que eres capaz de hacer lo que te propongas, confía en ti mismo y así los demás confiaran en ti, sino mira a tu hijo, él confía en ti, eres su héroe, no lo defraudes… Haz todo lo que sea necesario para lograr que él y tu estén bien, no eres un fracasado, recuerda que el fracasado deja de intentarlo – Le dije lo más sincero posible aunque yo mismo pensaba que mi propia vida era un fracaso, - Además por lo que he sabido haz logrado todo por tu propia cuenta… -pero entonces el Negro hizo algo que me bajo las defensas, me abrazo muy fuerte y de pronto quede con mi cabeza apretada contra su pecho. Supongo que quería llorar o algo así por lo que le rodee con los brazos y le hacia nanai en los hombros pero como cuando uno intenta apartarse a un perro molesto de encima.
- Oh weon que bonito hablai, teni el don de la palabra, es primera vez que alguien me dice algo así weon y me da confianza, teni razón poh… Conchetumare eri la raja Angel, el Claudio no te merece weon…- Me apreto el hombro suavemente en un intento cavernicola de cariño - Gracias por el consejo weon, voy a ser más buena onda contigo hermanito, lo prometo… -
- G-Gracias, supongo… - Nos separamos y ahí quedamos en silencio, se notaba que él quería decirme algo más y yo también buscaba palabras adecuadas, pero nada dijimos. Sólo apuramos el paso porque se hacía tarde y era peligroso andar por las calles. Aunque con lo chorizo que era el Negro en realidad me sentía seguro a su lado. Saludaba a todos los volaos como si los conociera de toda la vida y me presentaba a mi como a su primo y que no me webearan ni me pidieran nada o les sacaría la chucha. El Negro sabia como imponerse y darse a respetar, comprendí que las circunstancias de la vida, el entorno, su forma de vida, el tener que cuidar de sus hermanos desde chico, lo hacían actuar con la fiereza de un flaite pero que en el fondo, muy en el fondo tenía sentimientos.

Cuando llegamos finalmente a la casa Claudio pareció medio sonriente y todos en la casa estaban animados: - Weon ¿Donde estaban? No van a creerlo, paso algo la raja, encontré pega por fin… Por fin! – Sonreía el Claudio y me abrazo lleno de energía y luego a su hermano quienes se abrazaron con fuerza.
- Ahh que bueno, felicitaciones Claudito… Yo sabía que encontrarías pega pronto… - Le conteste animado al verle por fin contento como antes, notaba su mirada mucho más feliz y es que sabía lo desmoralizante que es estar sin pega.
- Wena hermano, Por fin dejaras de tirarte las weas jajajaja tenemos que celebrar ¿Y dónde bro? – Contesto el Negro dando una sonora palmada en la espalda de su hermano, tan típica de él.
- Me llamaron para que trabaje en la finca de Don Augusto, pero empiezo mañana en la mañana weon… Estoy más contento… - Contaba el Claudio saltando casì en una pata mientras yo sentía que el piso debajo de mi se derrumbaba. 

Yo seguía riendo pero por dentro sentía una extraña sensación en la garganta al escuchar sus palabras <<Se va a trabajar y me va a dejar solo… ¿Qué mierda vine a hacer acá? ¿No se suponía que estaríamos juntos?>> Sentí como si me picara la piel, no podía ser egoísta, entendía que él debía trabajar pero no podía evitar sentirme mal por el hecho de que yo estaría sólo en la casa, sin él, sin la razón por la que había viajado. Me sentí tonto por haber hecho tan largo viaje con tantos sacrificios y el Claudio se fuera a trabajar y me dejaría solo casi todo el día. Tuve que esconder mi rabia interna y mis deseos de llorar y volver cuanto antes a mi casa, a mi tonta burbuja, mientas descorchaba la señora María una botella de vino para las ocasiones especiales y hacían una gran cena en honor a su hijo. Tuve que tragarme mi propia amargura con el vino añejo. Al finalizar todos se fueron a dormir y recién en todo el día tuve un momento a solas con Claudio en su habitación mientas él arreglaba sus cosas y yo miraba la carta que le había escrito para su cumpleaños y que se la había mandado meses antes, sintiendo un nudo en la garganta.
- Te felicito Claudio… -
- Si po, Angelito toy más contento… -
- Supongo que será mejor que me vaya po si vas a empezar a trabajar no quiero interferir en eso… - Dije con cierto tono de resignación que se podài sentir en el aire mohoso.
- No po, na que ver tu te quedai acá po aprovecha pa descansar, y a conocer Talcahuano po… Si igual nos vamos a ver en la tarde po –
- ¿Y con quién se puede saber voy a conocer la ciudad? Si tu no vas a estar po ¿Cómo voy a quedarme acá en tu casa? Me da vergüenza no quiero aprovecharme de ti ni tu familia… - Le increpe intentando mantener la cordura y no explotar como un loco.
- Puta Angelito no te pongai cuatico, entiende que esta es una oportunidad que estaba esperando hace rato po… - Reclamo el Claudio alzando la voz lo cual me molesto.
- Uyy si tremenda oportunidad, ir a cuidar una casa ajena por una miseria… ¿No te das cuenta? Tu podrías hacer otras cosas mejores, deberías terminar tu cuarto medio y no andar mendigando weas de pegas… - Le dije algo exasperado por la situación sin querer ser entrometido pero me molestaba que el Claudio se conformara con tan poco.
- Bueno es lo que hay no más po, entiende que no tengo muchas oportunidades, ¿Te diste cuenta en dónde mierda vivo? ¿Pa que voy a terminar el colegio? no me sirve de nada… - Reclamo el moreno molesto por mis palabras, aunque las suyas me hirieron aun mas, esto se estaba saliendo de control  - No soy como tu un niñito de mamá que le han dado todo en la manito… -
- ¿Qué sabes tú lo que me ha costado todo lo que he hecho? Nadie me lo ha regalado tampoco… ¿No te has dado cuenta el sacrificio que hice de venir para acá a conocerte y estar contigo? No te importa nada, ni siquiera pasamos tiempo juntos, me rechazas, me tratas con indiferencia y ahora a la primera te vas a ir a trabajar… ¿Qué mierda te pasa conmigo? - Le reclame ya algo ofendido por sus palabras, era la primera vez que ambos nos levantábamos la voz y no en un tono amable.
- Nada weon, no me pasa nada contigo…- Sentencio tajante el Claudio sintiendo un baldazo de agua fría mojarme de la cabeza hasta los pies - Eso pasa, pensé que sería distinto, nunca imagine que fueras a venir de verdad, por la cámara todo era mejor, me gustas pero yo no quiero nada serio… Mira en la miseria en la que estoy ¿Crees que puedo gustarle a alguien así?... –
- Si, tu me gustas… No me importa lo demás, me gustas - Le recrimine sintiendo ganas de llorar de impotencia.
- Weon hay miles de minos mejores que yo en Santiago… -
- Bien entonces me iré para Santiago… Mañana sacaré los pasajes y te dejaré en paz! – Salí de la habitación, siempre queriendo dar la ultima palabra. Sentía tanta impotencia y rabia que no pude evitar ponerme a llorar, me puse de pie y como pude baje las escaleras sin que nadie se percatara y salí de la casa corriendo por el cerro me apoye en un árbol cansado y rompí a llorar, me sentía tan poca cosa y tan perdido en la nada que sólo deseaba en ese momento caerme por el cerro y morir, <<Por favor Dios, terminemos con esto si? apiádate de mi>>. En ese momento apareció un perro callejero que comenzó a ladrarme <<Chuta que eficiente ahora me matara un perro>> Cuando vi que iba a atacarme solo me cubrí el rostro y cerré los ojos, en ese momento escuche un grito y una especie de golpe. Abrí los ojos sorprendido no podía creer lo que mis ojos veían. 

Era él:
- Perro conchetumare aléjate weon… - Gritaba el Negro con toda su rabia mientras tenía un palo grande en la mano y le atizaba al perro quien gruñía. Tras unos minutos de forcejeo y de una tensión en el aire, el Pancho logró pegarle al perro y así este comenzó a aullar y a correr asustado. Había ganado mi flaite. Me tomo del brazo para ponerme de pie, estaba enfurecido como nunca, me tironeaba de la ropa:
- ¿Vo tai enfermo de la cabeza embarao qliao?, nunca vuelvas a salir así de la casa sólo, menos mal que alcance a verte correr como niñita y te seguí… Weon te podría haber pasado cualquier wea… - Me gritaba con violencia, pero en sus ojos se veía la preocupación, sus manos me tomaron del rostro para ver si el perro no me había mordido y se calmó un poco al ver que estaba bien, asustado y con los ojos llenos de lágrimas, pero bien.
- L-Lo siento, yo no pensé que iba a pasar eso… Yo sólo quería irme lejos, perdóname – Intente excusarme, no podía dejar de ver sus ojos marrones pasar de la rabia a la preocupación.
- Voh no vai a ningún lado, te venís conmigo… Ni cagando te voy a dejar solo no voy a dejar que te pase alguna wea - Y sin esperar mi respuesta, el flaite simplemente me tomo del brazo y me tironeo del brazo bajando el cerro en dirección a la casa. Me sacudía la ropa con fuerza ya que estaba llena de hojas y tierra. – Mira como quedaste weon, nada de esto a nadie si te pregunta mi mamá o el Claudio dónde estabas, vo deci que estabai hablando con tu vieja… Se digno qliao, no vale llorar por un weon… Menos por mi hermano qliao ¿Creí que no cache como peleaban? – Me miraba más calmado mientras ahora me sacudía un poco más suave y me miraba fijamente a los ojos lo cual me inquietaba demasiado.
- Gracias por ayudarme… - Le agradecí y él sólo hizo un gesto con la cabeza y una media sonrisa, aún parecía molesto. ¿Qué le molestaba? ¿Qué hubiera salido corriendo? ¿Qué hubiera peleado con su hermano? ¿Qué hubiera arriesgado mi vida tontamente? No lo sabía. Sólo sé que subimos en silencio y me di cuenta que íbamos a la misma pieza recién me percate que se iba a quedar siendo que él tenía su casa no muy lejos. – ¿Te vas a quedar esta noche aquí? –
- Si po… Para que no te escapi mañana – Dijo algo serio pero bromista, no me gustaba verlo tan serio y enojado. De hecho echaba de menos el flaite molestoso y burlón de antes. Quien diría las vueltas de la vida. Al entrar en la pieza el Claudio ya estaba durmiendo en su cuarto, ni siquiera le había preocupado dónde había ido yo. Escuche una especie de bufido del Pancho y simplemente se acostó en la orilla de la cama junto a su hermano y yo en la otra cama. Vi cómo se quitaba la ropa en la oscuridad pero la luz de la luna se filtraba por la cortina lo suficiente para poder verlo, aún estaba molesto y no me miraba, y yo por mi parte no pude evitar ver su pecho musculoso y marcado ligeramente cargado de un fino vello oscuro que se complementaba con el color de su piel, tenía un tatuaje en el hombro y otro en la cadera, se quitó el buzo y las zapatillas y vi sus muslos definidos y grandes cubiertos de pelo y la tela de los boxers top color blanco con bandas naranjas nunca lo había visto así y sentí un temblor en todo mi cuerpo, se acostó dándome la espalda y le escuche gruñir aún un poco más antes de quedarse dormido. Yo me tape lo mejor que pude pero estaba entumido de frio, me acurruque en silencio haciéndome bolita.

A la mañana siguiente escuche como el Claudio se levantaba y se vestía rápidamente, le veía con los ojos entrecerrados y vi cómo se acercaba a mi cama y me miraba, fingí que dormía esperando que me dijera algo o se despidiera. No hizo nada solamente tomo una mochila y salió del cuarto dejándome con esa horrible sensación de frió en todo el cuerpo. Suspire hondamente. 

No paso mucho tiempo para ver que luego se despertaba el Negro y corría la cortina mirando por la ventana, seguía con mis ojos entrecerrados pero podía ver su torso desnudo y como miraba atento por la ventana quizás esperando que el Claudio se fuera. Se puso de pie y pude verlo en todo su esplendor, si anoche apenas pude verlo, ahora con la luz de la mañana se veía aún mejor, como una especie de dios moreno, sus piernas parecían dos columnas gruesas y torneadas, su torso marcado y peludo y sus pezones más oscuros, sus tatuajes brillaban en medio de la selva de pelos que descendían hasta su bajo vientre, sus brazos musculosos sosteniendo la cortina, su barba candado, su pelo enmarañado y desordenado, su aroma masculino llenaba la habitación, su mirada en dirección a la ventana y entonces mire su entrepierna y pude ver una enorme erección marcando la tela como levantaba una carpa monumental a tal punto que en cualquier momento pensaba que la tela se reventaría. Se podía ver a la perfección la forma de su verga aprisionada y sus testículos y como bien ya saben en las mañanas suelo despertar ganoso. No era fácil dejar de fantasear con la imagen de aquel hombre y entonces al parecer vio por la ventana como Claudio se alejaba caminando por las calles pues con una sonrisa picara miro hacia mi dirección.
- Ya conchetumare, si ya cache que te estai haciendo el dormio, crei que soy weon?... – Su tono de voz sonaba altivo y dominante, el flaite había vuelto.
- ¿Q-que pasa?... – Le dije abriendo los ojos algo sorprendido por sus palabras, lo que hizo que el Negro se me acercara peligrosamente hasta mi cama quedando a escasos centímetros de mi.
- Na po, esto me pasa, estoy terrible caliente… - Su voz sonaba ronca mientras señalaba y se agarraba el duro garrote entre sus piernas…

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Casi Cuñado - Capitulo 8 #ReencuentroSecreto

El Casi Cuñado - Capitulo 6 #NaturalezaSexual

El Casi Cuñado - Capitulo 9 #EscapadaRomantica

El Casi Cuñado - Capitulo 4 #PecadoConsumado